martes, 28 de febrero de 2012

Testimonios de la 2ª Guerra Mundial (10)


"Nosotros nos vengábamos a nuestra manera. Los japoneses nos obligaban a construir sus chozas cada vez que nos mudábamos de lugar y estábamos todos llenos de chinches, piojos y cualquier bicho imaginable. Pasábamos una de las tres horas de descanso recogiendo piojos y chinches, los metíamos en latas o en lo que encontrábamos, y cuando terminábamos de construir sus chozas, desparramábamos aquellos bichos dentro. Era una de nuestras formas de vengarnos y nos encantaba. Nos procuraba cierto entretenimiento: luego lo comentábamos y nos reíamos, esa clase de cosas."

Prisionero de guerra británico capturado por los japoneses durante la campaña de Malasia


Fuente: "Un Mundo en Guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial" de Richard Holmes

lunes, 27 de febrero de 2012

La Ruta de Kokoda


Al principio, la campaña de Guadalcanal estaba separada de otra simultánea que se libraba en el este en Nueva Guinea. Como parte de su estrategia general en el Pacífico, los japoneses tenían intenciones de llegar por mar para tomar Port Moresby, base aliada en la costa sur de Nueva Guinea Oriental, a partir de la cual, podrían alcanzar la mayor parte de Australia nororiental y controlar un ruta importante entre los océanos Pacífico e Índico. El primer intento de capturar Port Moresby mediante una invasión anfibia fue frustrado en la Batalla del Mar del Coral en mayo de 1942.


Tras la derrota nipona en la Batalla de Midway, con la pérdida de 4 portaaviones, las futuras posibilidades de nuevas operaciones navales y anfibias en el Pacífico Sur se vieron gravemente trastocadas y los planes japoneses cambiaron. El 22 de julio de 1942, los japoneses desembarcaron en la costa norte de Nueva Guinea y se hicieron con Gona y Buna. Su intención era seguir avanzando por tierra hacia Port Moresby por la ruta de Kokoda (the Kokoda track) en la creencia de que se trataba de una carretera de grava. En realidad, eran 160 kilómetros de sendero por la selva que atravesaba la imponente cadena montañosa de Owen Stanley. Durante la mayor parte de su recorrido era tan estrecha y escarpada que las tropas no podían caminar ni en filas de a dos.


Para hacer frente a un posible ataque terrestre sobre Port Moresby a través de la ruta de Kokoda, el 21 de junio de 1942 se creó la llamada Maroubra Force al mando del General Basil Morris, que consistía en 3 batallones, el Papuan Infantry Battalion - formado por tropas nativas y oficiales australianos -, y dos batallones de la Milicia Australiana (39th Battalion y 53rd Battalion), y que debían de proteger la zona de Buna, mantener la aldea de Kokoda, su aeródromo y el escarpado y sinuoso sendero que conducía hacia Port Moresby.


Inicialmente, los japoneses no tuvieron muchos problemas para superar la débil oposición de las inexpertas tropas australianas. Los jóvenes reclutas australianos se enfrentaban a una fuerza de élite preparada para la guerra en la selva, el Destacamento Japonés de los Mares del Sur (Nankai Shitai) al mando del General de Brigada Tomitaro Horii, y además tenían que soportar enfermedades, infecciones y falta de alimentos. No estaban entrenados para el combate en la jungla ni contaban con un apoyo adecuado. La humedad descomponía sus ropas y el esfuerzo físico para moverse por las escarpardas montañas Owen Stanley era durísimo y agotador. La escasa visibilidad entre la vegetación suponía que a menudo la primera señal del enemigo fueran las ráfagas de disparos.


A pesar de todo, los australianos aunque se vieron obligados a retirarse, lograron retrasar a los japoneses aguantando bastante bien el tipo contra unas fuerzas que en ocasiones les superaban en una proporción de quince contra uno. Al respecto,el corresponsal de guerra George H. Johnston dijo en septiembre de 1943 "tengo la convicción de que el nombre de la ruta Kokoda va a permanecer en la memoria de los australianos como el de Gallipoli. Cada hora que pasa es una pesadilla". Una vez que se empezaron a incorporar a la batalla las unidades australianas que se habían retirado de Oriente Medio - pertenecientes a la 7ª División de Infantería -, más veteranas y experimentadas, los japoneses comenzaron a encontrar cada vez más resistencia.


Durante la campaña, las tropas australianas perdieron, recuperaron y volvieron a perder una segunda vez Kokoda. Las fuerzas japonesas, sin provisiones y confiadas en mantenerse a si mismas con los suministros capturados al enemigo, rodearon las posiciones australianas y llevaron el campo de batalla a Ioribaiwa Ridge, a unos 48 kilómetros de Port Moresby, el 16 de septiembre. Los australianos allí atrincherados tenían órdenes de resistir a toda costa, pero finalmente se vieron obligados a retirarse, siendo ocupado Ioribaiwa Ridge por las tropas niponas. Sin embargo, ese sería su máximo avance en su carrera hacia Port Moresby. Apenas sin suministros ni provisiones, los japoneses se vieron forzados a decidir entre las dos campañas y, como ya habían comprobado las desastrosas consecuencias de un segundo desembarco en Nueva Guinea, concretamente en la Batalla de la Bahía de Milne (del 25 de agosto al 7 de septiembre), se decidieron por concentrar sus esfuerzos en la campaña de Guadalcanal y las Salomón del Sur, de manera que el 26 de septiembre, en un intento por consolidar sus posiciones en Nueva Guinea oriental, dejando abandonadas a su suerte a las tropas de Horii, las cuales se vieron obligadas a comenzaron una lenta retirada a lo largo de la ruta de Kokoda, para atrincherarse en la cabeza de playa de Gona-Sanananda-Buna, en el extremo norte de la isla.


Entre tanto, las fuerzas estadounidenses - la 32ª  y 41ª Divisiones de Infantería - pudieron emprender un agotador avance alrededor del flanco izquierdo japonés, ahora desprotegido. Al mismo tiempo, aviones de transporte trasladaron fuerzas para ocupar Wanigela en la costa del noroeste, y también se transportaron por mar tropas aliadas a lo largo de la costa. Esto proporcionó a estadounidenses y australianos una enorme ventaja en número y emplazamiento, que les posibilitó tomar la iniciativa. Los japoneses, sin alimentos y acosados por la malaria, el beriberi y la disentería causada por las reservas de comida que las tropas australianas en retirada habían contaminado, tuvieron que recurrir al canibalismo. A finales de noviembre estaban encerrados en el área de la cabeza de playa de Gona-Sanananda-Buna (Batalla de Buna-Gona).


La última y definitiva ofensiva aliada contra la cabeza de playa se paralizó varias veces. El primer ataque de los australianos a Gona fue repelido y tuvieron que retroceder. En diciembre de 1942, los japoneses desembarcaron 1.300 soldados más. Los enfrentamientos más duros se desarrollaron en pantanos con agua hasta la axila y en campos donde la visibilidad terminaba a los pocos metros. A pesar de todo, los australianos tomaron Gona el 9 de diciembre. Las tropas estadounidenses, con la ayuda de divisiones blindadas, tomaron la ciudad de Buna 5 días después y Sanananda el 14 de enero de 1943, un día después de que Japón decidiera abandonar la lucha. La captura aliada de Giruwa, entre Buna y Gona, fue la última acción de una campaña en la que los australianos perdieron 5.698 soldados, entre muertos y heridos, y los estadounidenses cerca de 2.400; además, 38.000 soldados fueron evacuados por enfermedad. Los japoneses habían destinado 17.000 soldados a la campaña de Nueva Guinea oriental y sólo sobrevivieron unos 3.000.

Por si os pudiera interesar, os digo que existe una película australiana basada en los duros combates que los aussies sostuvieron en las junglas y montañas de la ruta de Kokoda, que lleva por título "Kokoda" (Kokoda: 39th Battalion) (2006). No la he visto,  así que no puedo opinar. En cualquier caso, aquí podéis ver su trailer

viernes, 24 de febrero de 2012

El Frente Civil en EEUU

La participación directa de EEUU en la Segunda Guerra Mundial, además de globalizar el conflicto a escala mundial y de ser determinante para decantar definitivamente la victoria hacia el bando aliado, tuvo efectos económicos, políticos y sociales de gran alcance en el seno del país norteamericano, a pesar de que nunca viera invadido su territorio (el continental se entiende, pues diversos territorios insulares como Wake o las Aleutianas si fueron ocupados en su momento por los japoneses).


Desde el punto de vista político, el presidente Franklin D. Roosevelt y sus consejeros obtuvieron más poder que nunca para gobernar el país (a lo que contribuyó el hecho de que el Tribunal Supremo rechazara la vista de casos que pusieran en duda su autoridad y la de su gobierno). Durante la guerra, el número de funcionarios federales aumentó de un millón en 1940 a casi 4 millones, muchos de ellos leales al presidente y al Partido Demócrata. Por ello, este partido siguió siendo mayoritario, lo que permitió a Roosevelt ser reelegido en 1940 y 1944. Sin embargo, los republicanos lograron reducir el control demócrata en el Congreso y unirse a los demócratas conservadores para desmantelar los programas sociales del "New Deal". El gasto militar provocó la reducción radical de los fondos destinados a programas de ayuda a los necesitados y los que sufrían discriminación laboral, afectando su desaparición, principalmente, a la población afroamericana, mujeres y ancianos. También hubo cambios en la burocracia federal: los empresarios, a los que disgustaban los programas de bienestar social del "New Deal", se las arreglaron para sustituir al grupo de expertos en asuntos sociales y económicos.


A nivel económico, la movilización influyó en muchos aspectos de la economía estadounidense y puso fin a la Gran Depresión. El Gobierno empezó a desempeñar un mayor papel en la economía, inyectándola con pedidos de material bélico. De este modo, las empresas que tenían contratos con el Gobierno emplearon a más gente, establecieron más horas de trabajo e incrementaron la capacidad de producción. En 1940 había 8 millones de desempleados, pero hacia 1943 el desempleo prácticamente había desaparecido y en algunas industrias escaseaba incluso la mano de obra. La jornada semanal media en las fábricas de bienes de consumo no perecederos pasó de 38 horas en 1939 a 47 horas en 1943. Ello dio como resultado unas cifras de producción realmente apabullantes. Así por ejemplo, en 1940 las acerías operaban al 82% de su capacidad y producían 67 millones de toneladas, mientras que en 1944, lo hacían al 100% con una producción de 89 millones de toneladas. De 1940 a 1945 se fabricaron 80.000 buques (muchos de ellos en tiempo récord, como por ejemplo el SS Robert E. Peary  - en la imagen superior -, uno de los cargueros denominados Liberty Ships, que fue terminado en 4 días, 15 horas y 29 minutos) o lanchas de desembarco, 100.000 tanques y carros blindados, 300.000 aviones, 15 millones de armas y 41.000 millones de cargas de munición. La tasa del producto nacional bruto creció a un ritmo sin precedentes, pasándose de 91.000 millones en 1939 a 214.000 millones de dólares en 1945, es decir, un 235% más. La renta nacional se dobló, y el gasto y el ahorro de los consumidores aumentaron significativamente.


La gran demanda de alimentos en tiempos de guerra conllevó también una nueva prosperidad para los granjeros norteamericanos. El Gobierno mantuvo los precios altos, les ofrecía créditos a bajo interés y les ayudaba a introducir tecnologías modernas para aumentar las cosechas. La producción a altos precios incrementó los ingresos netos de 5.300 millones de dólares en 1939 a 13.600 millones en 1944. En contraposición, como el Gobierno proporcionaba ayuda a granjeros con terrenos, el número de arrendatarios y pequeños granjeros descendió drásticamente, aumentando el número de grandes propietarios agrícolas. Por otra parte, la nueva maquinaria también desplazó a muchos trabajadores agrícolas, que se trasladaron a zonas urbanas en busca de trabajo en la industria.

El espíritu de sacrificio que inspiraba la movilización también contribuyó a forjar una sociedad unida. Uno de los objetivos más importantes de la administración Roosevelt fue preparar a la población para un duro y largo esfuerzo bélico. El servicio militar acabó afectando a unos 15 millones de hombres y mujeres, y a los que estaban en el frente interno se les alentaba para aportar su granito de arena por medio de anuncios, historias en revistas, películas y programas de radio.


Así por ejemplo, la Oficina de Información de Guerra encargó una serie de películas, producidas la mayoría por Frank Capra, tituladas "Why We Fight" (¿Por qué luchamos?) para ayudar a los estadounidenses (especialmente a los soldados) a entender por qué empezó la guerra, qué estaba en juego y por qué hacia falta sacrificarse. Estrellas de cine como Ronald Reagan, Robert Taylor y Clark Gable, que habían sido llamados a filas, trabajaron en Hollywood en estos y otros proyectos con fines propagandísticos y de concienciación de la sociedad norteamericana. La publicidad de los servicios públicos intentaba avergonzar a los estadounidenses mostrando a un soldado muerto con el texto: "Él ha muerto hoy. ¿Qué has hecho tú para evitarlo?" Otros anuncios presentaban a hombres en el servicio civil y trabajadores del frente civil como soldados luchando por la libertad, sacrificándose codo con codo por la causa. En todos los casos se mostraba al soldado estadounidense como una figura heroica, preocupado por la vuelta al hogar, pero entregado a la lucha por la libertad y por los valores tradicionales norteamericanos.


El Gobierno motivaba a la población a ayudar a sus héroes ahorrando y reciclando todo el material que fuera posible. Por ejemplo, se les decia que si donaban una pala, con ella se podrían fabricar granadas de mano o piezas de un tanque, con los tubos de pintalabios se podía hacer cartuchos de bala, y hasta el papel de aluminio del chicle podría servir para fabricar aviones. En la imagen de arriba podéis ver a la actriz Rita Hayworth, en una imagen en la que pide a los conductores que conduzcan con cuidado porque ha donado los paragolpes de su automóvil para ser reciclados a lo fines arriba indicados. Además el Gobierno racionó ciertos artículos como la gasolina, el café, el azúcar y la carne, y animaba a plantar "huertos de la victoria" para ahorrar alimentos necesarios en el frente.

Famosos como Bob Hope, Frank Sinatra y Bing Crosby aparecían en campañas de Bonos del Estado - los llamados Bonos de Guerra (War Bonds) - para convencer a los estadounidenses de que hicieran donaciones para sostener el esfuerzo bélico y serían recompensados con intereses. El Gobierno,  llegó incluso a introducirse en el negocio de la moda dictando estilos que permitieran ahorrar metal y tejidos para la guerra. De este modo se dejaron de llevar los trajes masculinos de 3 piezas con chaleco y los pantalones con dobladillo, las faldas se hicieron más cortas y estrechas, y se presentó el escandaloso bañador de dos piezas para ahorrar ropa y goma. Era el nuevo estilo llamado "chic patriótico".


A nivel social, los efectos de una ciudadanía más unida y la economía de guerra se hicieron notar en la sociedad estadounidense. Aunque la gente ya se desplazaba antes hacia el norte, el oeste y a las zonas suburbanas de los grandes centros industriales, la tendencia se aceleraría durante la guerra en una proporción de 1 de cada 5 estadounidenses. El contacto entre ciudadanos de diferentes partes del país reforzó los sentimientos de unión, pero también surgieron conflictos raciales y de clase.

La población negra se enfrentó a continuas discriminaciones y prejuicios en el ámbito militar y en la industria. Durante la guerra sirvieron en unidades separadas; algunos destacaron, como por ejemplo, los Tuskegee Airmen, pero muchos fueron relegados a trabajos de baja categoría, como camareros y cocineros. Muchos blancos se negaban a saludar o recibir órdenes de oficiales negros y hasta el propio Secretario de Guerra Henry Stimson consideraba que no tenían capacidad de liderazgo. En el frente civil, la migración de más de 700.000 negros hacia el norte y el oeste incrementó los conflictos raciales. Entre 1940 y 1946, la población urbana negra aumentó de forma significativa. En San Francisco, por ejemplo, creció en un 560%, en contraste con el 28% de la población blanca. En Los Angeles, la cifra fue de 105% frente al 18% de blancos y en Detroit 47% frente al 5,2%. Los empresarios industriales discriminaban a los trabajadores negros pagándoles sólo una parte de lo que cobraban los blancos por el mismo trabajo. En el verano de 1943, la frustración estalló en los disturbios de Detroit - que causaron 34 muertos y 700 heridos - Michigan y Harlem (New York).


Fue precisamente durante los años de la guerra cuando el Movimiento de los Derechos Civiles empezó a adquirir ímpetu. Líderes negros como A. Phillip Randolph (en la foto superior), jefe del sindicato de mozos de coches de cama, exigían un cambio. Randolph llegó a amenazar a Roosevelt con una marcha de un millón de personas hacia Washington si no tomaba medidas respecto a la discriminación laboral. El presidente, preocupado por la posible comparación entre el antisemitismo nazi y el racismo contra la población negra, promulgó la Orden Ejecutiva 8802, que establecía la creación de un comité para las prácticas de empleo justo en el procedimiento federal de contratación. El comité no hizo gran cosa para detener las prácticas laborales injustas y discriminatorias, pero el hecho de que un líder negro consiguiera presionar al presidente sentó precedentes para el futuro Movimiento de los Derechos Civiles después de la guerra.


Los estadounidenses de origen italiano, judío, japonés y mexicano también sufrieron discriminación y prejuicios durante la guerra. En 1943, el objetivo de los blancos durante los disturbios de Los Ángeles fueron los mexicanos, pero sin duda los peor tratados fueron los de origen japonés (los llamados nisei): pese a la falta de evidencias o pruebas creíbles, unos 120.000 de ellos se vieron obligados a abandonar sus casas, fueron despojados de sus propiedades y realojados en campos de internamiento (ya hablé de ellos por aquí, si os interesa) en virtud de la Orden Ejecutiva 9066, que los clasificaba como "extranjeros enemigos". No obstante, la guerra significó mayores oportunidades sociales y económicas para muchos otros inmigrantes, especialmente del sur y el este de Europa, ya que se integraron mejor en el tejido social estadounidense.


La guerra trajo consigo cambios de primer orden para las mujeres estadounidenses. Antes de la guerra, existía una gran reserva de mano de obra femenina, compuesta básicamente por mujeres jóvenes y solteras, sin acceso a muchos tipos de trabajo y restringidas al servicio doméstico y al comercio. Sin embargo, las necesidades de producción en la industria de guerra, combinadas con la reducción del número de hombres (incorporados al ejército), proporcionaron a las mujeres una ocasión única para ampliar sus posibilidades laborales. La respuesta a la solicitud de trabajadoras por parte del Gobierno fue apabullante y conllevó cambios notables. En 1941 había 14,6 millones de trabajadoras, hacia 1944, su número había crecido a más de 19,4 millones. Hacia 1945, las mujeres constituían el 36% de la mano de obra y realizaban trabajos hasta entonces reservados a los hombres.


Las mujeres eran especialmente activas en las industrias de defensa. Entre 1940 y 1944, el número de mujeres empleadas en las fábricas creció en un 141%. En Detroit, por ejemplo, en 1943 las mujeres suponían el 91% de los nuevos contratos en 185 instalaciones bélicas. Más del 10% del personal de astilleros estaba compuesto por mujeres. Ahora bien, muchos de estos trabajos incluían una notificación de despido, ya que las mujeres serían despedidas cuando los hombres volvieran de la guerra, y además los sueldos eran manifiestamente desiguales en relación a los que cobraban los hombres por hacer el mismo trabajo (¿De qué me suena esto? Tiene narices que hayan pasado 70 años y el mundo, en líneas generales y salvo honrosas excepciones continúe igual).

Al acabar la guerra y con la desmovilización, las mujeres perdieron sus puestos el doble de rápido que los hombres. En 1945, tres cuartas partes de las mujeres que trabajaban en la construcción de aviones y barcos fueron despedidas, y en la industria del motor el número de mujeres descendió de un 25% a un 7%. Aunque las mujeres creían que su trabajo era satisfactorio y liberador - pese a la lógica frustración que pudiera producirles la desigualdad de salarios respecto a los hombres -, la propaganda de posguerra se centró en transmitir que su deber era el de ayudar a asimilar la reincorporación de los veteranos a la sociedad "haciendo que él volviera a ser el hombre de la casa".


Las tasas cada vez más altas de matrimonios y nacimientos hicieron de la vivienda un problema crítico. En general, las viviendas para alojar trabajadores inmigrantes eran de inferior calidad. Sin embargo, muchas de las mujeres jóvenes que se casaron durante permanecieron con sus padres hasta que sus maridos regresaron de la guerra, y la escasez de viviendas dio lugar durante la posguerra a un auge de construcción de residencias unifamiliares. A su vez, la mayor tasa de matrimonios desencadenó un baby boom que duró hasta los años 60. Así por ejemplo, entre 1940 y 1943, la tasa de primeros nacimientos saltó de 293 a 375 por cada 10.000 mujeres, y la tasa de posteriores nacimientos también subió, de 506 a 540. Ante el mayor número de niños, la incorporación de las mujeres al trabajo y las pocas viviendas disponibles, el Gobierno tuvo que aprobar leyes para establecer servicios de guardería y proporcionar viviendas sociales.


Fuente: "La Segunda Guerra Mundial" de H.P. Willmott, Robin Cross y Charles Messenger

jueves, 23 de febrero de 2012

Canciones sobre la 2ª Guerra Mundial (6)

Seguimos con una nueva andanada musical. Tras la calma y la lírica de la anterior entrega, retomamos la caña y los sonidos metaleros con unos viejos conocidos que ya visitaron esta sección (y ya os anticipo que no será la última vez que aparezcan por aquí).

Se trata de los británicos Iron Maiden y del tema "The Longest Day" incluido en su álbum de 2006 "A Matter of Life and Death". Seguro que ya habréis adivinado sobre que va la canción ¿no? En efecto, estáis en lo cierto: habla del Desembarco de Normandía.


Siguiendo la dinámica habitual de esta sección, a continuación os dejo la letra del tema, y un poquito más abajo la canción en un vídeo subtitulado en castellano con un imágenes del film "Salvar al Soldado Ryan" (1998):

"In the gloom, the gathering storm abates
In the ship gimlet, eyes await
The call to arms to hammer at the gates
To blow them wide, throw evil to its fate

All summers long the drills to build the machine
To turn men from flesh and blood to steel
From paper soldiers to bodies on the beach
From summer sands to armageddon's reach

Overload, your master not your god
The enemy coast dawning grey with scud
These wretched souls puking, shaking fear
To take a bullet for those who sent them here

The world's alight, the cliffs erupt in flame
No escape, remorseless sharpnel rains
Drowning men, no chance for a warrior's fate
A chocking death, enter hell's gates

Sliding we go, only fear on our side
To the edge of the wire,
and we rush with the tide
Oh the water is red,
with the blood of the dead
But I'm still alive, pray to God I survive

How long on this longest day
'Til we finally make it through?
How long on this longest day
'Til we finally make it through?

The rising dead, faces bloated, torn
They are relieved, the living wait their turn
Your number's up, the bullets got your name
You still go on, to the hell and back again

Valhalla waits, valkyries rise and fall
The warrior tombs lie open for us all
A ghostly hand reaches through the veil
Blood and sand, we will prevail

Sliding we go, only fear on our side
To the edge of the wire,
and we rush with the tide
Oh the water is red,
with the blood of the dead
But I'm still alive, pray to God I survive

How long on this longest day
'Til we finally make it through?
How long on this longest day
'Til we finally make it through?

How long on this longest day
'Til we finally make it through?
How long on this longest day
'Til we finally make it through?"

Citas Célebres de la 2ª Guerra Mundial (36)




"Los norteamericanos no tomarán Tarawa ni con un millón de hombres en cien años."

Keiji Shibasaki - Almirante de la Marina Imperial Japonesa y comandante de la guarnición nipona en Betio (Atolón de Tarawa, Islas Gilbert)

miércoles, 22 de febrero de 2012

La Guerra en Imágenes: Cazacarros Alemanes


El primero de los diseños cazacarros alemanes: el Panzerjäger I 


Otro destructor de tanques Panzerjäger I, en los desiertos del Norte de África. Abr-Mar 1941


 Panzerjäger Marder I  en Francia o Bélgica. 1943-1944


 Otro cazacarros Marder I avanzando por tierras del suroeste francés. 1942


Panzerjäger Marder II en RusiaPrimavera 1943


Otros dos cazacarros o destructores de tanques Marder II en el Frente Ruso. Feb-Mar 1943


 Columna de destructores de tanques Marder III  en Francia o Bélgica. 1943-1944


Cazacarros Marder III durante la Batalla de Kursk (Rusia) Jul-Ago1943


 Una columna de cazacarros Nashorn (inicialmente conocidos como Hornisse) avanza por una helada carretera del frente ruso. Ene-Feb 1944


Dos Panzerjäger Hornisse/Nashorn en las inmediaciones de Vitebsk (Bielorrusia). Marzo 1944


Cazacarros Jagdpanzer 38(t) Hetzer, basado en un chasis modificado del Panzer 38(t) checo


Jagdpanzer 38(t) Hetzer de la 8ª División de Caballería de las SS "Florian Geyer" en Hungría. 1944


 Cazacarros pesado Jagdpanzer IV. Lugar y fecha desconocidos.


Otro destructor de tanques Jagdpanzer IV. Lugar y fecha desconocidos.


 Jagdpanzer V "Jagdpanther" en las estepas rusas. Fecha desconocida


 Otro cazacarros alemán "Jagdpanther". Fecha y lugar desconocidos.


Panzerjäger Tiger Ausf. B "Jagdtiger", que se basaba en el chasis de un  Panzer VI Tiger II


Otro "Jagdtiger" del Batallón de Cazacarros 512 (Schwere Panzerjäger-Abteilung 512). Lugar y fecha desconocidos


 Panzerjäger Tiger (P) Elefant  (también conocido como Ferdinand). Fecha y lugar desconocidos.


Otro cazacarros Tiger (P) Elefant  durante la Operación Zitadelle (Batalla de Kursk). Julio 1943


 Sturmgeschütz III  (también conocido como Stug III) en el Frente del Este. Aunque inicialmente fue concebido como cañón de asalto, a partir de 1942 fue utilizado extensamente como cazacarros / destructor de tanques. Lugar y fecha desconocidos.

martes, 21 de febrero de 2012

"Iron Sky": Posters y Trailer


Hoy toca hablar un poco sobre cine. La película en cuestión, aunque no está ambientada en la Segunda Guerra Mundial, si que tiene mucho que ver con dicho conflicto. Eso sí, os aviso que su argumento es de lo más bizarro


Se trata de "Iron Sky", una producción finlandesa-alemana, dirigida por un tal Timo Vuorensola, - lo conocerán en su casa a la hora de comer, supongo - que cuenta como cerca del final de la guerra, en 1945, un oficial de las SS llamado Hans Kammler hizo un importante avance en la investigación anti-gravedad. Desde una base secreta construida en la Antártida, naves espaciales nazis fueron lanzadas al espacio y fundaron la base militar Schwarze Sonne (Sol Negro) en el lado oscuro de la Luna. El propósito de esta base era construir una poderosa flota de invasión y volver a apoderarse de la Tierra en el momento adecuado. Pero en el año 2018, la base es descubierta accidentalmente por un astronauta norteamericano, y entonces los planes nazis se ven acelerados en su programa original. La presidenta de los USA, una suerte de Sarah Palin, decide entonces responder a la inminente invasión con la fuerza. El reparto, al menos para un servidor, está formado por completo desconocidos.


Calificada como una comedia de ciencia-ficción, se estrenó recientemente en la Berlinale, y visto el trailer (que aquí abajo os dejo) me temo que no dejara de ser una simpática "gansada", con un innegable gancho a nivel técnico y visual, que quizá pueda tener su punto o su encanto para todos los amantes de la WW II. Su estreno está previsto para el próximo 4 de abril.

 

sábado, 18 de febrero de 2012

Testimonios de la 2ª Guerra Mundial (9)


"Habíamos cruzado Grecia y Creta, nos habían echado varias veces del desierto, habíamos sufrido unos contratiempos horribles en los que lo habíamos perdido todo, habíamos perdido muchos hombres. Pero nunca, en ningún momento tuve la impresión o el presentimiento de que fuéramos a perder la guerra. No puedo dar una razón concreta de por qué no pensaba que podíamos perder la guerra, pero sabía que ibamos a ganar."

Soldado de la 2ª División Neozelandesa, 8º Ejército Británico. Norte de África (1941-1943)


Fuente: "Un Mundo en Guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial" de Richard Holmes

Personajes (6): Heinrich Severloh

Heinrich Severloh  fue un soldado alemán de la 352ª División de Infantería de la Wehrmacht destacado en Normandía durante el desembarco aliado llevado a cabo el 6 de junio de 1944, que ganó notoriedad como servidor de una ametralladora MG 42 en el "Nido de Resistencia 62" (WN62 o Widerstandnest 62) en  Omaha Beach, donde mantuvo un fuego ininterrumpido desde las 6 de la mañana hasta las 3 de la tarde, con efectos devastadores sobre las tropas norteamericanas que desembarcaron en la playa  francesa, acciones que le ganaron el sobrenombre de "La Bestia de Omaha".


Nacido el 23 de junio de 1923 en la localidad germana Metzingen - la actual Eldingen -, "Hein" Severloh se incorporó al servicio militar en julio de 1942, con la edad de 19 años. Asignado a la 19ª División de Artillería Ligera, el 9 de agosto de ese mismo año fue enviado en Francia, sirviendo en la 3ª Batería del 321º Regimiento de Artillería, donde fue entrenado como mensajero motorizado. En diciembre de 1942 fue transferido al Frente del Este, donde fue asignado a la retaguardia conduciendo un trineo tirado por caballos. En marzo de 1943, como castigo por haber expresado opiniones críticas, fue sometido a realizar trabajos forzados que le dejaron secuelas físicas permanentes en su salud, teniendo que ser internado en un hospital militar hasta junio de 1943. En octubre de 1943 asistió a clases de entrenamiento en Braunschweig, para formarse como oficial subalternopero tuvo que dejarlo sin haber terminado su instrucción, ya que su unidad, que había sufrido enormes bajas en el frente ruso, fue transferida de nuevo a Francia en diciembre de 1943, siendo reclasificada como parte de la reactivada 352ª División de Infantería, que fue estacionada en Normandía .


El 6 de junio de 1944, Severloh se encontraba en el "Nido de Resistencia 62" (WN62), un emplazamiento de búnkeres, casamatas, fortines y nidos de ametralladora,  rodeado por alambre de púas y una fosa antitanque, además de un complejo de túneles fortificados, situado en Coleville-sur-Mer (uno de los muchos puntos fuertes alemanes existentes a lo largo de Omaha Beach). Su posición sobre las amplias arenas le daban una visión y una línea de fuego perfectas. Estaba a 25 metros sobre la playa, y a una distancia de 600 a 150 metros de la orilla, según la marea. En total había unos 30 hombres en el WN62, incluyendo su armamento dos cañones de 75 mm, dos ametralladoras MG 42, un cañon antitanque  y dos morteros de 50 mm.


Los aviones aliados fueron asignados para bombardear la playa a las 5,00 horas de la mañana, pero debido a la poca visibilidad las bombas cayeron tierra adentro y apenas causaron daños en las defensas alemanas. A las 6,00 horas de la mañana las primeras lanchas de desembarco aparecieron frente la playa dominada por el WN62, que era el sector de Omaha Beach designado por los aliados con el nombre clave de "Easy Red". El Teniente Frerking, que se encargaba de coordinar por radio el fuego de las baterías del  del regimiento de artillería la división, le indicó a que no abriera fuego hasta que los soldados norteamericanos que desembarcaban - fundamentalmente de la 1ª División de Infantería (16º Regimiento), más algunas compañías del 116º Regimiento de la 29ª División de Infantería que se desviaron de sus objetivos - tuvieran el agua hasta las rodillas.


Severloh abrió fuego con su ametralladora MG 42 (como la de la foto de aquí abajo) y permanecería disparando sin descanso desde su puesto hasta casi las 3 de la tarde. Durante el curso del día, uno a uno los hombres del WN62 fueron heridos y evacuados, o abandonaron su puesto. En dos ocasiones Severloh tuvo que refugiarse en el búnker fortificado debido a ataques con granadas, y en una ocasión la fuerza de una explosión lo sacó del emplazamiento. La segunda ametralladora en el WN62 fue dañada por fragmentos de granada durante la mañana, por lo que Severloh manejó la única MG 42 en dicho sector la mayor parte del tiempo. Solamente contaba con un cañón de reemplazo, por lo que mientras esperaba que los cañones de la ametralladora se enfriaran, disparaba con un fusil de cerrojo Mauser Kar 98k, que se calentó tanto, que se dañó y tuvo que ser remplazado. Durante la última hora, sólo quedaban tres hombres en el Widerstandnest 62: el Teniente Frerking, Severloh y otro soldado que ayudaba a cargar la ametralladora y cambiar los cañones cuando estos se calentaban.


El soldado germano dijo que la razón por la que permaneció en su puesto hasta el final, a pesar de estar herido levemente en la cara, no fue por fanatismo, sino por lealtad a su oficial, al que no quería dejar solo y a quien describió como un oficial honorable. Cerca de las 3 de la tarde,   Frerking se dio cuenta de que las tropas americanas ya estaban disparando desde los flancos y que estaban prácticamente rodeados, por lo que ordenó que se retiraran. Mientras corrían por un campo abierto, el Teniente fue alcanzado por las balas y cayó muerto. El otro soldado moriría también más tarde, tierra adentro. Severloh fue capturado por tropas americanas en la madrugada del 7 de junio.


El "Nido de Resistencia 62" (WN62) - cuyo emplazamiento podéis ver en las imágenes de aquí arriba y allá abajo. Y si  lo deseáis podéis daros una vueltecita por el mismo en este vídeo - fue uno de los últimos, y posiblemente el último, punto de resistencia alemana sobre la playa de Omaha.

La ametralladora de Severloh contaba con una munición de 12.000 balas. Se ignora sí en el curso del día recibió más munición, pero es de suponer que la que aún quedaba de la segunda MG 42 que fue dañada por granadas durante la mañana, fue también utilizada por Severloh. En todo caso, disparó un mínimo de 12.000 balas, pues cuando su oficial dio la orden de retirarse ya no quedaba munición para la ametralladora. También disparó unas 400 balas con la carabina Ka98k mientras esperaba que se enfriara el cañón de la MG 42. Los cálculos sobre las bajas causadas por el ametrallador alemán durante estas 9 horas varían grandemente, pero aun los más conservadores le atribuyen más de 1.000 bajas aliadas, incluyendo cientos de muertos (aún con todo, a un servidor le parece una auténtica barbaridad). Otros cálculos, menos plausibles, le atribuyen haber causado hasta 2.000 bajas en los soldados americanos.


Severloh fue trasladado como prisionero de guerra a los EEUU, concretamente a Boston, donde estuvo recogiendo algodón y patatas. Temiendo represalias, el soldado germano mantuvo en secreto sus acciones en el WN62 durante su cautiverio. En mayo de 1946 fue trasladado a Inglaterra donde trabajó en la construcción de caminos y carreteras. Finalmente fue repatriado a Alemania en 1947. Heinrich Severloh sufrió pesadillas recurrentes durante el resto de su vida por sus acciones en "Bloody Omaha"; durante años mantuvo el secreto sobre lo que hizo el día 6 de junio de 1944, y sólo se lo contó a su esposa, después de años casados.

Leyendo el libro "El día más largo" de Cornelius Ryan, 13 años después de su regreso a Alemania, y oyó el nombre de David Silva, un soldado norteamericano que había sido gravemente herido en el sector "Easy Red"  (recibió 3 balazos, probablemente disparados por Severloh) y decidió escribirle una carta. Por casualidad, desde finales de los 50, Silva estaba destinado en Karlsruhe (Alemania) como capellán militar, por lo que trataron de conocerse y desde entonces permanecieron más o menos en contacto. Su último encuentro tuvo lugar durante las celebraciones del 60 Aniversario del Día D, en el año 2004, en Normandía.


Severloh (en la foto de abajo) mantuvo en secreto sus acciones Omaha Beach hasta una edad avanzada, cuando un reportero de investigación le preguntó directamente si él era la llamada "Bestia de Omaha". Colaboró con el reportero, y ello dio como resultado un libro sobre el WN62. Heinrich Severloh murió en un asilo de ancianos en Lachendorf el 14 de enero de 2006.

Como complemento a la historia, os dejo a continuación el extracto de una entrevista concedida por el soldado alemán, sobre su experiencia en la playa normanda: "Recuerdo el primero en morir. El hombre salió del mar y estaba buscando un sitio donde esconderse. Le apunté al pecho pero el disparo fue alto y el dio en la frente. Vi su caso de acero rodando hacia la orilla y entonces se desplomó. Sabía que estaba muerto. Aún sigo soñando con ese muchacho y me pongo enfermo cuando pienso en él ¿qué podía hacer? ellos o yo, eso era lo único que pensaba. 


Éramos 30 hombres, cada uno con un único pensamiento en la cabeza: ¿saldríamos vivos de allí? Yo no quería estar en esta guerra, no quería estar en Francia y no quería estar disparando con una ametralladora a chavales de mi edad. Pero ahí estábamos, sirviendo en una guerra que ya estaba perdida y obedeciendo las órdenes de nuestro teniente de abrir fuego tan pronto como el agua les llegara por las rodillas. Empecé a disparar a las 5 de la mañana y estaba aún disparando 9 horas más tarde. No sentía pánico, ni odio, uno hacía lo que tenía que hacer y sabía que ellos, tan cierto como que el infierno existe, te harían lo mismo a ti si tuvieran la oportunidad. Al principio los cuerpos estaban a 500 metros, luego a 400, más tarde a 150. Había sangre por todos lados, gritos, muertos y moribundos. El oleaje mecía más cuerpos en la orilla. Habían pequeñas pausas, cuando ningún vehículo anfibio llegaba, durante las que podía enfriar mi ametralladora.


Era consciente de que algunos de mis camaradas se habían largado, pero tenía miedo de la terrible perspectiva de entrentarme a la mirada de mi oficial, así que me mantuve en el puesto. Al final de la tarde me di cuenta de que era la única persona que aún disparaba. Podía ver a los tanques maniobrando en la playa y sabía que no podría contenerlos yo solo. Oí la orden del teniente Bernhard Frerking, un buen hombre (una vez castigó a un soldado durante 10 días a regar la hierba que camuflaba los nidos de ametralladoras por no haber ayudado a una anciana francesa con sus bolsas de la compra) y con 32 años ya un veterano, de que debíamos retirarnos. Corrí de cráter en cráter tras nuestros complejos de búnkeres. Lo esperé pero nunca llegó. Visité su tumba en Normandía 10 años después. Recibió un disparo en la cabeza de uno de los americanos cuando intentaba alcanzarme. Fui hecho prisionero esa noche. No creo que hubiera sobrevivido si me hubieran capturado en mi puesto. Sabían lo que les había hecho a sus compañeros. No creo que esas tropas de vanguardia me hubieran mostrado ninguna piedad."