viernes, 1 de marzo de 2013

El II Cuerpo Polaco

Polonia fue la primera nación aliada que sucumbió a la agresión alemana en la Segunda Guerra Mundial, pero de una forma u otra su ejército consiguió permanecer en campaña durante los 5 años del conflicto, y para cuando acabó éste, era el cuarto contingente más grande de la coalición aliada, después de las fuerzas armadas de la URSS, EE.UU. y el Reino Unido. Los soldados polacos lucharon en casi todas las campañas mayores del teatro europeo, y su historia es compleja y trágica. Los heroicos esfuerzos de los soldados polacos fueron muchas veces desperdiciados por cuestiones políticas que escapaban a su control. La suerte fue muy cruel con la nación polaca durante esos años, y especialmente cruel con sus soldados.


Tras la derrota sufrida en septiembre de 1939, se formó en Francia un Ejército Polaco a partir de los 35.000 soldados que habían logrado escapar de su país y otros 45.000 hombres reclutados de las grandes comunidades de inmigrantes polacos en el país galo. Sin embargo, en menos de 1 año, el Ejército Polaco sufrió una segunda debacle. En Francia fue nuevamente diezmado: solo 19.000 hombres lograron ser evacuados al Reino Unido y casi una cuarta parte de éstos era personal de la fuerza aérea. Una vez allí, Churchill atendió la petición del primer ministro del gobierno polaco en el exilio, el general Wladyslaw Sikorski, de reconstituir el ejército polaco de forma autónoma, y los soldados errantes se vieron ahora acampados en los alrededores de Glasgow, en lo que sería el germen del I Cuerpo Polaco (en la imagen inferior se observa a ambos mandatarios pasando revista a esas tropas polacas formadas en Escocia).


Por otra parte, aunque reticente al principio a aceptar a pilotos polacos en sus escuadrones de caza, la desesperación llevó a la Royal Air Force a la creación de varios escuadrones polacos, que entraron en acción en agosto de 1940. El clamoroso éxito de los pilotos polacos durante la Batalla de Inglaterra - por ejemplo, el 303º Escuadrón de Cazas Polaco se convertiría en la unidad de la RAF con mayor número de victorias durante esa decisiva batalla aérea -, hizo darse cuenta a los británicos de que los polacos constituían la fuerza de emigrantes más decidida de cuantas había estacionadas en el Reino Unido, olvidando rápidamente los comentarios sarcásticos y despectivos que les habían dedicado por su derrota ante los alemanes en septiembre de 1939.


En las prisiones y campos de trabajo soviéticos seguía habiendo más de 200.000 soldados polacos capturados durante la operación conjunta llevada a cabo por el régimen de Stalin con la Alemania nazi. Los polacos eran aliados, y su gobierno en el exilio estaba reconocido por Washington y Londres. Con firmeza y determinación, los representantes del general Sikorski, respaldados por el gobierno de Churchill, lograron convencer al reticente régimen soviético de que el NKVD debía liberar a sus prisioneros de guerra polacos para crear con ellos un nuevo ejército. A pesar de los constantes obstáculos que siguieron poniendo los oficiales soviéticos, los polacos recién liberados empezaron a unirse para formar unidades armadas a las órdenes del general Wladyslaw Anders (en la fotografía bajo estas líneas), que había pasado los últimos 20 meses encerrado en la prisión de Lubyanka.


El ejército de refugiados de Anders acampó en Palestina, Irak e Irán, entonces bajo el dominio del imperio británico. Con él se constituyó el II Cuerpo Polaco y se reforzó también el I Cuerpo, formado ya en Escocia. No se esperaba que pudiese volver pronto al combate, pues sus hombres, tratados brutalmente por sus captores soviéticos, estaban debilitados por las enfermedades, mal vestidos, pobremente equipados y desnutridos. Su entrenamiento duró del otoño de 1942 al otoño de 1943. Durante este período, las fuerzas polacas fueron utilizadas en un plan de desinformación británico con el que se quería convencer a los alemanes de que iba a tener lugar una pronta invasión aliada por los Balcanes. Los polacos habrían querido que hubiese algo de verdad en esos planes, pues nada les habría gustado más que desembarcar en Grecia o Yugoslavia como parte de una fuerza aliada para liberar Polonia y la Europa Central antes de que llegasen los odiados soviéticos. Ese proyecto se abandonó en 1943 por arriesgado e impracticable.


Las 3 unidades principales del II Cuerpo Polaco eran la 3ª División de Fusileros 'Cárpata', formada en torno a los veteranos del general Stanislaw Kopanski que habían luchado junto a los británicos en  el sitio de Tobruk; la 5ª División de Infantería 'Kresowa', creada en Irak y Egipto; y la 2ª Brigada Acorazada, que en 1945 sería expandida para formar la 2ª División Acorazada 'Varsovia'. En septiembre de 1943, el II Cuerpo se trasladó a Italia y empezó a tomar posiciones en la línea del río Sangro. Su actividad se limitó a patrullas ocasionales, pues el 8º Ejército Británico no quería que los alemanes supiesen que estaban trayendo refuerzos para una ofensiva de primavera sobre Roma.


En mayo de 1944, el II Cuerpo Polaco estaba desplegado para participar en la cuarta Batalla de Montecassino, con la difícil misión de tomar el monasterio benedictino. Los 3 ataques anteriores habían acabado en sangrientos fracasos, pues dicho monasterio estaba en lo alto de una montaña rocosa que constituía una posición defensiva ideal para los avezados y aguerridos veteranos de la 1ª División Paracaidista alemana. Pero a diferencia de los intentos anteriores, esta ofensiva se lanzaría contra la totalidad de la Línea Gustav y combinaría el esfuerzo del 8º Ejército Británico y el 5º Ejército Estadounidense. El XIII Cuerpo Británico del teniente general Oliver Leese giraría por el valle del río Liri, por detrás de la abadía, con la idea de obligar a los alemanes a abandonar sus posiciones en la montaña.


A primera hora del 12 de mayo de 1944, tras un bombardeo de dos horas y media, la infantería de la 'Kresowa' atacó hacia San Angelo, y los Fusileros Cárpatos hacia la fatídica Cota 593 (Monte Calvario o Snakeshead Ridge). El bombardeo artillero había sido menos eficaz de lo previsto y los polacos empezaron a sufrir numerosas bajas. Aunque los fusileros polacos consiguieron quedarse en la Cota 593, en unas cuantas horas habían perdido ya el 20% de sus efectivos. Por la tarde, Anders ordenó que sus unidades volviesen a la línea de partida. Aunque no se había ganado terreno, el general Leese felicitó a los polacos, sin cuyo sacrificio no habría sido posible la progresión británica por el río Rapido. El II Cuerpo Polaco había atraído reservas y fuego de artillería alemán que, de otra forma, habrían sido dirigidos contra el XIII Cuerpo Británico.


El 16 de mayo, dicho XIII Cuerpo Británico casi había conseguido aislar el monasterio, y al día siguiente los polacos  se sumaron a la lucha con el apoyo de los carros de combate Sherman de la 2ª Brigada Acorazada polaca. Al anochecer habían logrado una posición precaria en la Cota 593, que dominaba la abadía benedictina. Esa noche, la mayoría de los paracaidistas alemanes supervivientes empezaron a retirarse para evitar ser capturados, y el 18 de mayo los polacos se abrieron paso por entre sus retaguardias y el 12º de Lanceros Podolski izó la bandera nacional blanca y roja sobre las ruinas de Montecassino. En tan solo una semana de combates, el II Cuerpo Polaco había tenido unas bajas terribles: 4.199, un 25% de las cuales eran muertos, lo que suponía un 25% de los efectivos totales de las dos divisiones de infantería que componían el ejército del general Anders.


Tras la batalla de Montecassino, el II Cuerpo Polaco tomó parte en el avance por la costa del Adriático, capturando Ancona el 20 de julio de 1944 y Bolonia en abril de 1945. El II Cuerpo Polaco había sido prácticamente retirado de los combates por Senio-Bolonia cuando empezaron a llegar noticias de los acuerdos de la Conferencia de Yalta, en el sentido de que británicos y estadounidenses habían accedido a las demandas territoriales soviéticas. Comos muchos de los soldados del II Cuerpo procedían de las disputadas provincias orientales del país, cundió la rabia en las divisiones polacas. Sus sacrificios y sufrimientos durante 5 años de guerra parecían no haber servido para nada. No obstante, y aunque a contracorazón, haciendo honor a su compromiso, tomaron parte en las fases finales de la campaña italiana.

Fuentes:

Osprey: Soldados de la II Guerra Mundial: "El Ejército Polaco" de Stephen J. Zaloga
"La Segunda Guerra Mundial" de Antony Beevor
http://en.wikipedia.org/wiki/II_Corps_(Poland)
http://es.wikipedia.org/wiki/W%C5%82adys%C5%82aw_Anders