Los paracaidistas alemanes (o Fallschirmjäger, que en alemán significa "cazadores paracaidistas") fueron una de las unidades más temidas y respetadas de la Segunda Guerra Mundial. Tanto en las operaciones aerotranportadas llevadas a cabo en Noruega, Dinamarca, Francia, Bélgica, Holanda o Creta (Grecia) en los albores de la contienda, como durante su posterior participación como infantería regular junto al resto de la Wehrmacht (Normandía, Italia o el Frente del Este), se distinguieron como unos soldados aguerridos, duros y disciplinados, temidos y, al mismo tiempo, respetados por sus oponentes.
En el post de hoy, os voy a contar un incidente que demuestra que, incluso en condiciones muy distintas a las de sus primeras victorias, los Fallschirmjägger tuvieron un comportamiento que les hizo ganarse el respeto de sus enemigos.
Los paracaidistas germanos también lucharon en el Norte de África, concretamente en Túnez, donde combatieron con gran determinación contra las dos pinzas anglonorteamericanas en Mateur, Medjez-el-Bab y Tebourba, antes de ser capturadas con la mayoría de las fuerzas del Eje en el Norte de África, en mayo de 1943.
En Depienne (Túnez), en noviembre de 1942, se encontraron por primera vez durante la guerra los paracaidistas alemanes y los británicos. El Mayor John Frost - quien en 1944 sería el responsable de la heroica defensa del puente de Arnhem (Holanda) durante la Operación Market-Garden - mandaba el 2º Batallón Paracaidista británico, que tenía la misión de capturar 3 aeródromos de la zona. Varios de sus hombres se lesionaron al llegar al suelo, que era muy duro, y, como estaban impedidos para caminar, los dejaron a resguardo en un edificio cercano protegidos por un pelotón, mientras se dirigían al resto de objetivos.
Entonces llegó el 5º Regimiento Paracaidista (Fallschirmjäger-Regiment 5) alemán bajo el mando del Oberstleutant Walter Koch - héroe del asalto al Fuerte Eben-Emael y de la Operación Merkur (Creta), condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro - que asaltó la casa y tomó prisioneros a los británicos. En la foto de aquí arriba, en la que se observa al Führer felicitando a unos oficiales paracaidistas tras la toma del fuerte Eben Emael, Walter Koch, entonces con el grado de Capitán (Hauptmann) es el primero empezando por la derecha. Los Fallschmirjägger bajo el mando de Koch trataron a sus colegas ingleses con consideración, prestándoles asistencia médica y dándoles comida, agua y cigarrillos, y confiaron su custodia a otra unidad del ejército regular.
No se sabe a ciencia cierta si esa unidad a cargo de los británicos era la 19ª Compañía de Reconocimiento de la 10ª Panzer Division, el 557º Grupo de Artillería Autopropulsada italiano, la 3ª Compañía del 1er Batallón del 92º Regimiento de Infantería italiano, o una mezcla de las tres unidades. Lo cierto es que el oficial alemán al mano ordenó que los prisioneros británicos fuesen puestos contra una pared y que una ametralladora italiana los fusilase, y ello en cumplimiento de la directiva del Führer que ordenaba que los paracaidistas y comandos enemigos fueran considerados saboteadores y ejecutados de forma sumaria.
Como si hubiera tenido una premonición sobre lo que iba a ocurrir, el Oberstleutnant Koch decidió volver sobre sus pasos e impidió que se produjese aquella matanza, obligando a tratar adecuadamente a los paracaidistas británicos, que finalmente acabarían siendo enviados a un campo de prisioneros en Italia.
Walter Koch sufrió poco después una grave herida en la cabeza y fue enviado a Alemania para que se recuperara, donde fue duramente reprendido por sus superiores por contravenir órdenes directas de Hitler. Mientras convalecía de sus heridas en su país, el héroe de Eben-Emael murió en un misterioso accidente de tráfico. Veteranos de su regimiento atribuyeron su muerte a la Gestapo, en venganza por atreverse a desafiar la Kommandobefehl emitida por el Führer el 18 de octubre de 1942, que como he dicho anteriormente, ordenaba ejecutar sumariamente a los comandos y paracaidistas aliados capturados en Europa y África.
Con todo respeto, para todos: pregunto, si no hay temas mas que este? deja de glorificar a los matadores y los genocidas de mala madre, suerte que no han venido a tu casa para quemarla despues de asesinar todos los habitantes. Hay testimonios de extrema cobardia, concretamente de los soldados alemanes. Observo que estas interesado por muchas cosas, pues mejor que te influien cosas buenas. Saludos. Soy de Polonia y he perdido gran parte de mi familia en este conflicto.
ResponderEliminarEs solo historia y punto.
EliminarEl blitzkrieg = 100 km por dia de avance del frente. El resto copio de wikipedia Los primeros ejemplos prácticos de este concepto, junto a la tecnología moderna, fueron establecidos por la Wehrmacht alemana en las batallas iniciales de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que las operaciones en Polonia fueron bastante convencionales, las siguientes batallas (particularmente las invasiones de Francia, los Países Bajos y las primeras operaciones en la Unión Soviética)
ResponderEliminarfueron efectivas debido a las penetraciones por sorpresa, la falta de preparación general del enemigo y la incapacidad de reaccionar rápidamente a las ofensivas alemanas.
ResponderEliminar@Anónimo: Bienvenido y gracias por comentar. Dicho esto, vayamos por partes:
ResponderEliminarEn primer lugar, te recomiendo que te des un buen paseo por este blog y me dices dónde y cuando "glorifico" a los matadores y genocidas. NO digas gilipolleces, por favor. Nadie más que yo odia a los putos nazis, a los jodidos stalinistas y demás genocidas de la WW II. Aquí unos ejemplos:
http://blitzkrieg2gm.blogspot.com.es/2011/05/la-matanza-de-babi-yar.html
http://blitzkrieg2gm.blogspot.com.es/2012/09/noticias-sobre-la-2-guerra-mundial-37.html
http://blitzkrieg2gm.blogspot.com.es/2012/05/testimonios-de-la-2-guerra-mundial-16.html
En segundo lugar, esta entrada, simplemente estoy contando una puta anécdota, nada más. Claro que hubo cobardes, en todos los bandos. Asesinos y genocidas, abundaron en el bando alemán, principalmente en las SS, pero también en la Wehrmacht. Que los paracaidistas alemanes eran un cuerpo temido y más o menos respetado, en comparación con otras unidades alemanes, es algo evidente. Que este paracaidista en concreto se distinguiera por este hecho, yendo contra las ordenes de Hitler, es algo que le honra, y no tiene nada que ver con ensalzar a los asesinos y genocidas.
Y en tercer lugar, decirte que respeto y admiro profundamente al pueblo polaco, sin duda el más duramente castigado por la WW II, tanto por los nazis como por los soviéticos, y que luchó tanto en la retaguardia como en la vanguardia junto a los ejército aliados en las más importantes frentes europeos. Siento que perdieras a parte de tu familia en el conflicto, pero no te permito que me señales como adorador o glorificador de los nazis, simplemente porque el nombre del blog o por esta entrada, que como digo es una mera anécdota.
De nuevo te recomiendo te leas unas cuantas entradas del blog, y si no cambias de opinión, pues allá tú, por mi puedes irte a cascarla a otro sitio.