"Un jefe de bloque podía incluso decidir la vida o la muerte de un prisionero. Recuerdo, y no una sino varias veces, que pasaba un Sonderkommando y un jefe de bloque llamaba con furia al kapo: 'Kapo, ven aquí'. El kapo se acercaba y él, zas, le daba al kapo en la cara con tanta fuerza que caía al suelo, y el jefe le ponía la bota encima si el kapo no tenía la suerte de levantarse con rapidez. Y entonces decía: 'Kapo, ¿sabrías darles golpes mejores?' Y el kapo echaba a correr, empuñaba un palo y golpeaba a la cuadrilla de presos indiscriminadamente. 'Kapo, ven', gritaba el jefe de nuevo. El kapo se acercaba y él decía: 'Acaba con ellos', y entonces volvía y acababa con los presos, los mataba a palos. Dondequiera que se mirase, no había más que palizas, puñetazos y más puñetazos. Fue particularmente horrible en Auschwitz en 1941. Muertos a palos, muertos a palos dondequiera que se mirase. Hoy no condenaría a ningún kapo que conociera. A menudo hablaba con kapos, y un kapo tenía que golpear y apalear para salvar la vida."
Guardia de las SS en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau
Fuente: "Un Mundo en Guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial" de Richard Holmes
Fuente: "Un Mundo en Guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial" de Richard Holmes
estremecedor...
ResponderEliminarLo es, amigo. Como en otras muchas ocasiones, se trataba de matar para seguir viviendo, aunque no se sabía por cuanto tiempo...
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