lunes, 25 de junio de 2012

Los Hermanos Westlake

Las tragedias de los Niland y los Sullivan (que os conté aquí hace tiempo) no fueron las únicas desgracias familiares ocurridas a hermanos que combatieron durante la Segunda Guerra Mundial. Otra menos conocida, seguramente por tratarse de soldados canadienses en lugar de norteamericanos (y porque su historia, que yo sepa, no ha sido llevada al cine), fue la ocurrida a tres de los cinco hermanos Westlake, de la cual tuve conocimiento a través de un magnífico post del excelente blog Nonsei SGM, gran parte de cuyo contenido reproduzco aquí.


Canadá, aunque seguía siendo un dominio de la Commonwealth, funcionaba ya de hecho como un estado independiente. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial en 1939 su gobierno declaró la guerra a Alemania y envió tropas a las islas británicas para defenderlas de una posible invasión. Poca cosa más podían hacer, ya que en esa época las Fuerzas Armadas Canadienses eran casi inexistentes y necesitaban de un período de movilización, equipación y adiestramiento que les llevaría años. Además, tras la capitulación de Francia, los teatros de operaciones en los que podían intervenir las tropas canadienses eran limitados: no hubo canadienses combatiendo junto a los demás países de la Commonwealth en el Norte de África ni Extremo Oriente (con la excepción de dos batallones que se enviaron para la defensa de Hong Kong). La única acción destacada en la que participaron tropas canadienses en esos primeros años fue el desastroso raid sobre el puerto francés de Dieppe en 1942. Hasta que la guerra llegó de verdad a Europa (con la invasión de Sicilia en 1943) los canadienses no se metieron de lleno en el conflicto. Así que aún pasaron unos años desde que Canadá entró en guerra hasta que el primero de los hermanos Westlake se alistó en las Fuerzas Armadas.


El benjamín de los hermanos, George Westlake (en la foto de la izquierda), fue el primero en hacerlo. Se alistó en el regimiento de los North Nova Scotia Highlanders en julio de 1942, en octubre se casó con su novia Vera, y en el verano siguiente embarcó con su unidad hacia Inglaterra. En agosto de 1942, Thomas Westlake (imagen de la derecha), el mayor de los hermanos, se alistó en los Queen’s Own Rifles of Canada. El tercero y último de los hermanos que ingresó en las Fuerzas Armadas fue Albert Westlake (en la fotografía inferior), quien animado por su hermano Tommy, también se alistó en los Queen’s Own Rifles of Canada en abril de 1943. Aunque compartían regimiento, se habían alistado por separado y fueron destinados a compañías diferentes. Su regimiento también partió a Inglaterra, donde 150.000 soldados canadienses estaban preparándose para el asalto a Europa. Los otros dos hermanos, John y Edward, no se alistaron.


Los dos regimientos en los que estaban destinados los tres hermanos Westlake estaban integrados en la 3ª División de Infantería Canadiense, que en el desembarco de Normandía tendría como objetivo la playa conocida en clave como Juno Beach. Varias semanas antes del Día D los tres hermanos coincidieron en Southampton, donde se concentraron las tropas canadienses que iban a desembarcar en Francia, pero probablemente no llegaron a verse. Los Queen’s Own Rifles de Tommy y Albert formaban parte de la 8ª Brigada de Infantería Canadiense, al mando del general Blackader, que desembarcarían en la primera oleada de asalto en el sector Nan White a partir de las 7:55 del 6 de junio de 1944. Por su parte los North Nova Scotia Highlanders de George estaban integrados en la 9ª Brigada de Infantería Canadiense del general Keller, una fuerza de reserva que tenía previsto desembarcar en el mismo sector, pero varias horas más tarde, concretamente a partir de las 11:40 de la mañana.


No se sabe cómo, el 5 de junio, en el último momento, Albert logró que le trasladasen a la Compañía D, la de Tommy, por lo que los dos hermanos irían juntos a la batalla. Así, al amanecer del 6 de junio de 1944 ambos desembarcaron con su regimiento en Juno Beach. Dentro de la zona asignada a los británico-canadienses ese fue el sector donde los atacantes tuvieron más problemas. El mal estado de la mar hizo que el desembarco comenzase con retraso sobre el horario previsto; la marea ya estaba bastante alta y ocultaba los obstáculos sumergidos, y a pesar del buen trabajo de las unidades de zapadores varias lanchas se hundieron o resultaron dañadas después de chocar contra ellos. Muchos canadienses murieron también a consecuencia de las minas enterradas en la playa. Además el bombardeo naval pasó por encima de las defensas costeras sin destruirlas. Pese a todo, a las 2 horas de iniciados los desembarcos la resistencia enemiga en las playas había cesado totalmente (las fuerzas alemanas que defendían Juno, de la 716ª División de Infantería Alemana, eran tropas de dudosa calidad, formadas en parte por "voluntarios" polacos y rusos).


Cuando desembarcó el tercer hermano, George, al son de las gaitas escocesas de los North Nova Scotia Highlanders, cerca del mediodía, la playa estaba ya mucho más tranquila. El problema que tuvo su brigada fue que se quedó atrapada en un descomunal atasco en las estrechas calles del pueblo de Bernières-sur-Mer que retrasó su avance hacia el interior. Al fin, por la tarde, la brigada logró reorganizarse e iniciar su avance. Después de una serie de escaramuzas y de la captura de varios cañones antitanque y morteros, los  se hicieron fuertes en el sector de Villons-les-Buissons, principalmente en torno al castillo de la localidad, y se prepararon para pasar su primera noche en suelo francés. Ante ellos se encontraban elementos de la 21ª División Panzer.


Mientras tanto, los Queen’s Own Rifles de Tommy y Albert se habían repuesto del castigo sufrido en la playa Juno y habían continuado avanzando hacia el interior. Al llegar la noche se encontraban al sur de la carretera entre Anguerny y Anisy. A pesar de no haber conseguido alcanzar todos sus objetivos previstos, en la noche del 6 de junio los canadienses habían logrado consolidar su cabeza de puente y habían avanzado hasta 6 kilómetros tierra adentro. Esa misma noche la 12ª SS Panzerdivision "Hitlerjugend" recibió orden de dirigirse hacia el sector defendido por la 3ª División de Infantería Canadiense para lanzar un contraataque que empujase a los aliados de vuelta al mar. La "Hitlerjugend" estaba formada por soldados muy jóvenes, reclutados en su mayoría entre los miembros de las Juventudes Hitlerianas. Los canadienses pronto descubrirían que aquellos muchachos eran temibles enemigos: valientes, fanáticos y despiadados.


Al día siguiente los canadienses reanudaron su ofensiva hacia Caen. Los North Nova Scotia Highlanders iban en vanguardia, cubriendo el flanco izquierdo del avance con el apoyo de los tanques de los Sherbrooke Hussars; cuando alcanzaron la población de Authie, quedaron bloqueados por un bombardeo masivo de la artillería alemana. Fue el momento elegido por Kurt "Panzer" Meyer, comandante del 25º Regimiento de Panzergrenadier SS de la "Hitlerjugend", para lanzar el contraataque. Con un fuerte apoyo artillero, dos batallones de granaderos panzer y tres compañías de tanques se lanzaron contra Authie, expulsaron a los canadienses del pueblo y les empujaron hasta las alturas de Les Buissons. La Compañía A de la North Nova Scotia, la de George, se atrincheró en un terreno vallado cerca de Authie, inmovilizada por una lluvia de fuego de artillería y morteros. Acosados por todos lados, resistieron mientras pudieron los repetidos ataques de los tanques y la infantería alemanes, hasta que, hacia las 5 de la tarde, con las municiones agotadas, los supervivientes se vieron obligados a rendirse. George, el pequeño de los hermanos Westlake, murió allí, al parecer en un combate cuerpo a cuerpo. Tenía 23 años.


Probablemente Albert y Tommy nunca llegaron a saber que su hermano George había muerto en combate. El contraataque de la "Hitlerjugend" obligó a los canadienses a retirarse y el norte de Caen quedó en manos alemanas. Comenzaba así la sangrienta Batalla de Caen. En los días siguientes, todos los intentos anglo-canadienses por reabrir el camino hacia la ciudad acabaron en fracaso. El domingo 11 de junio, en una operación planificada apresuradamente y mal preparada, los Queen’s Own Rifles, apoyados por los tanques del 1º Regimiento de Húsares, iniciaron un avance contra Mesnil-Patry, al noroeste de Caen. Los hombres de la Compañía D, la de Tommy y Albert Westlake, abrían la marcha subidos a los Shermans del Escuadrón B del 1º de Húsares. El oficial al mando de los tanques les hizo progresar demasiado rápido, sin preocuparse por mantener la coordinación con las unidades de apoyo. Cuando llegaron a las afueras del pueblo, los canadienses no iban a poder contar con cobertura de la artillería ni ningún tipo de ayuda. Un terrible error, porque gracias a los códigos de radio recuperados de un tanque canadiense destruido el día 9, los alemanes habían podido conocer los planes enemigos.


En Mesnil-Patry les estaban esperando ocultos los panzergrenadiers de la "Hitlerjugend". La emboscada fue casi perfecta. Los alemanes abrieron fuego cuando la columna canadiense atravesaba un campo de trigo y en apenas veinte minutos 19 de los 21 tanques canadienses de la columna fueron destruídos por los cañones antitanque y las armas anticarro ligeras (panzerfaust y panzerschreck). Las tropas de infantería, sorprendidas en campo abierto, fueron acribilladas por las ametralladoras alemanas. La Compañía D de los Queen’s Own Rifles fue aniquilada: 55 hombres resultaron muertos, 44 heridos y 11 prisioneros (incluido el mayor Elliot Dalton, el comandante de la compañía, herido en una pierna). Solo 3 soldados lograron escapar de semejante carnicería. Los del 1º de Húsares, por su parte, tuvieron 59 muertos y 21 heridos.


Los cuerpos de Albert y Thomas Westlake (de 27 y 29 años, respectivamente) fueron encontrados uno junto al otro, al lado de su ametralladora ligera Bren, con una bala en la cabeza cada uno, lo que hace pensar que fueron ejecutados después de rendirse, como muchos otros prisioneros canadienses que cayeron en las garras de los sanguinarios soldados de la división "Hitlerjugend". A este respecto, Antony Beevor afirma en su imprescindible "El Día D. La Batalla de Normandía", que un total de 187 soldados canadienses fueron ejecutados durante los primeros días de la invasión, en su mayoría por los fanáticos miembros de la 12ª División Panzer de la SS. Por ejemplo, Beevor, recoge el testimonio de una ciudadana francesa que descubrió los cadáveres de "unos treinta soldados canadienses, que habían sido masacrados y mutilados por los alemanes" y como los Royal Winnipeg Rifles "comprobaron más tarde que la SS había ejecutado a dieciocho de los suyos, capturados por los alemanes e interrogados en el puesto de mando de Meyer en la abadía de Ardennes". Los canadienses, después, tomarían represalias e igualmente ejecutarían a prisioneros alemanes de la "Hitlerjugend", convirtiéndose como señala el escritor británico "el encarnizamiento entre canadienses y soldados de la Hitlerjugend...en una especie de círculo vicioso a lo largo de toda la batalla de Normandía".


En un plazo de 4 días, los tres hermanos Westlake habían perdido la vida en la lucha por una ciudad francesa de la que seguramente nadie de su familia había oído hablar hasta entonces. Al menos queda el consuelo de que los padres de los hermanos no tuvieron que sufrir el drama de la pérdida de 3 hijos de una sola tacada: el padre había fallecido de un ataque al corazón en 1936, y la madre había sido ingresada en un hospital psiquiátrico en 1933, donde permanecería hasta su muerte en 1945. Por otro lado, Mesnil-Patry no caería en poder de los aliados hasta el 25 de junio, en el transcurso de la Operación Epsom; mientras tanto, Caen, cuya conquista estaba prevista en los planes aliados en el mismo día de los desembarcos, no sería ocupada hasta el 20 de julio, seis semanas después del Día D.

Fuentes:
 http://nonsei2gm.blogspot.com.es/2012/03/los-hermanos-westlake.html
"El Día D. La Batalla de Normandía" de Antony Beevor

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