viernes, 26 de octubre de 2012

Noticias sobre la 2ª Guerra Mundial (39)

Vuelvo a la carga para traeros noticias frescas sobre la WW II. Sin más rodeos, a continuación las tenéis. Buen fin de semana, tropa!!!!

--- Alemania ha inagurado un monumento dedicado al medio millón de gitanos asesinados por los nazis en los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial. Está situado en el parque de Tiergarten, de Berlín, no muy lejos de la instalación que recuerda la persecución y asesinato de miles de homosexuales en la dictadura nazi. A tiro de piedra de este se levantan las 2.711 estelas funerarias grises del gran monumento conmemorativo de la Shoa judía. Un estanque redondo, de cuyo centro asoma una estela funeraria, recuerda desde este miércoles el genocidio perpetrado por la Alemania nazi en paralelo al asesinato sistemático de 6 millones de judíos europeos. La conmemoración se realizó después de 20 años de tensiones sobre el proyecto, que estuvo paralizado durante largos periodos por falta de acuerdos y de financiación.


Ante el pequeño lago abierto a pocos metros del Reichstag, la canciller, Angela Merkel, describió su superficie como “un espejo de duelo infinito”. Dijo que el monumento “sitúa el recuerdo de las víctimas en el centro de la sociedad” y “conmina a respetar la dignidad humana”. El superviviente holandés Zoni Weisz habló en el acto del “Holocausto olvidado” y narró su huida de la deportación al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Con siete años vio desde el andén a sus padres y a sus tres hermanos pequeños alemanes alejarse en el “transporte de gitanos” que los llevó a la muerte. Ante la canciller alemana, a Weisz se le quebró la voz al lamentar la persistencia del racismo contra los gitanos en toda Europa: “No puede ser que nuestros seres queridos murieran para nada”.


Las cámaras de gas o los campos de trabajos forzados terminaron con cientos de miles de gitanos en los territorios ocupados por Alemania durante la contienda, pero el genocidio no fue reconocido como tal hasta 1982. Hasta entonces, las autoridades políticas alemanas y diversas sentencias judiciales negaron a los gitanos supervivientes cualquier indemnización por las atrocidades sufridas. La Corte Federal argumentó que las persecuciones se habían debido a las “particularidades sociales” de los gitanos. Alemania negó durante décadas que el asesinato y la esterilización de gitanos tuvieran motivaciones racistas, pero lo cierto es que las deportaciones masivas de gitanos desde las grandes ciudades alemanas ordenadas en 1940 por el jefe de las SS, Heinrich Himmler, fueron una suerte de ensayo general para el Holocausto. La operación sirvió para deportar a casi 3.000 gitanos, el 10% de los que vivían en Alemania. Fueron concentrados en tres puntos de la geografía alemana, desde donde los llevaron en vagones de carga y en condiciones inhumanas a territorio polaco ocupado.


En una carta a Martin Bormann - Jefe de la Cancillería, director del NSDAP desde 1941 y secretario personal de Hitler -, el criminal de guerra y ministro de justicia Otto Georg Thierack  (el siniestro fulano de la fotografía sobre estas líneas) advirtió de que “los jueces solo podrán contribuir de forma limitada a la eliminación de esta etnia”. Le recomendaba que las SS se hicieran cargo, como ya se estaban haciendo cargo de la “solución final de la cuestión judía”. Es decir, en cámaras de gas. Poco después, en 1942, Himmler ordenó transportar a todos los gitanos a campos de exterminio. En Auschwitz, en territorio polaco, fueron objeto de experimentos “raciales”, a menudo dedicados a la búsqueda de métodos de esterilización. No se sabe cuántos murieron a manos de los científicos criminales del citado campo de concentración. En 1943, los directores del campo ordenaron cerrar el llamado “campo de los gitanos”. Todos los internos acabaron en las cámaras de gas. Fue cuestión de horas, pero el genocidio contra los gitanos continuó en otros muchos escenarios hasta 1945.


Durante la inauguración del monumento, el presidente del Consejo Central de los Romaníes y Sintos en Alemania, Romaní Rose, alertó a las principales autoridades del estado y al millar de invitados de que la discriminación no ha acabado.Cuando la canciller Merkel terminó su discurso, uno de los presentes la interpeló en voz alta: “¿Qué hay de los expulsados, señora Merkel? También son romaníes que quieren quedarse”. Se refería a la polémica desatada recientemente por el Ministro de Interior, el socialcristiano bávaro Hans-Peter Friedrich, que ha propuesto denegar las ayudas a los macedonios y serbios que piden asilo en Alemania. Aunque no lo dijo públicamente, se trata de gitanos que, en palabras de Rose, “están siendo perseguidos por razones políticas o raciales”. Denegar el asilo a un grupo, sin valorar cada caso, sería “algo indigno de un Estado de derecho”. Un comentarista del diario berlinés Die Tageszeitung se preguntaba ayer si “el ministro se habría atrevido a proponer algo así contra refugiados políticos judíos”.Según destacan en el Centro de Documentación y Cultura de los Sintos y Romaníes Alemanes, estos grupos siguen siendo objeto de “discriminación cotidiana”. No obstante, también celebran la inauguración del monumento berlinés como “un símbolo de responsabilidad para el presente y el futuro”.

--- El decano de los prisioneros supervivientes del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, Antoni Dobrowolski, murió el pasado domingo a los 108 años en Debo (noroeste de Polonia). Dobrowolski, era un maestro polaco que durante la Segunda Guerra Mundial daba clases clandestinas para niños, prohibidas por los nazis en la Polonia ocupada. Fue arrestado en 1942 por la Gestapo y deportado a Auschwitz con el número de prisionero 38081, antes de ser trasladado a los campos de Gross-Rosen y luego de Sachsenhausen en Alemania, donde fue liberado en 1945. Después de la guerra se instaló en Debno, donde dirigió primero una escuela primaria y luego un liceo.


Un millón de judíos europeos fueron asesinados en el campo nazi de Auschwitz-Birkenau, que se convirtió en el símbolo del Holocausto. Entre 70.000 y 75.000 polacos no judíos también murieron allí, así como 21.000 gitanos, 15.000 prisioneros de guerra soviéticos y 10.000 a 15.000 cautivos más, entre los cuales había miembros de la resistencia.

--- El pasado día 18 de octubre, las autoridades húngaras desalojaron a 8.000 personas para desactivar una bomba de la Segunda Guerra Mundial encontrada en Budapest, en el río Danubio. La bomba fue hallada en las cercanías del puente ferroviario del norte de la ciudad, en el barrio Óbuda, y la desactivación se realizó el viernes 19, después de que se produjera la evacuación en un radio de un kilómetro.


Los artificieros se sumergieron en las aguas del Danubio para llegar hasta la bomba y realizar las trabajos necesarios para desactivarla. Mihály Vörös, oficial del Ejército Húngaro, explicó que una eventual explosión de esa bomba "hubiese podido causar daños en los edificios en un círculo de un kilómetro de diámetro e incluso poner en peligro vidas humanas". El artefacto desactivado fue trasladado a un polígono especial del ejército, para su destrucción. La capital húngara se vio afectada severamente por los bombardeos efectuados por los distintos ejércitos en conflicto durante la Segunda Guerra Mundial, y especialmente golpeada en los primeros meses de 1945, durante la Batalla de Budapest. 

--- El sacrificio y heroísmo de 800 soldados indios muertos durante la Batalla de El Alamein, luchada hace 70 años en la costa del norte de Egipto, fue recordado en un acto conmemorativo organizado por la Embajada de India en El Cairo. Navdeep Suri, Embajador de la India en Egipto y un número de altos diplomáticos y funcionarios de defensa de países amigos colocaron coronas de flores en el monumento de la India el pasado sábado.


La Batalla de El Alamein, que comenzó en 1942, selló la victoria aliada en el Norte de África, al derrotar las fuerzas aliadas, dirigidas por el mariscal británico Bernard Montgomery, al Afrika Korps de Erwin Rommel, y supuso junto con la derrota nazi en Stalingrado, el punto de inflexión de la guerra. Como diría Churchill "antes de El Alamein no conocimos la victoria; después de El Alamein ya no conoceríamos la derrota". El papel estelar de los soldados indios en la batalla, dijo el Embajador Suri, fue reconocido por el propio mariscal de campo alemán; el embajador indio llamó la atención sobre el libro ‘Campaña de África del Norte 1940-1943′ de J K W Bingham y Warner Haupt, que dice que la captura de la colina Ruweisat en un ataque combinado de la 5ª División India y 2ª División de Nueva Zelanda el 15 de julio de 1942, fue el punto de inflexión en la batalla.


Casi 25.000 oficiales y soldados del ejército indio habían participado en la campaña del Norte de África y más de 3.000 perdieron sus vidas en las olvidadas arenas del norte del Sáhara. Solamente en la famosa batalla de El Alamein, 800 indios perdieron sus vidas. Suri señaló que la mayoría de los caídos aquí, estaban todavía en su adolescencia. Incluían hindúes, sijs y musulmanes de diferentes partes del subcontinente indio y el servicio conmemorativo anual pretendía recordar que sus sacrificios nunca han sido olvidados.

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