viernes, 20 de enero de 2012

Reseñas Libros: "El Día D. La Batalla de Normandía"

Antony Beevor lo ha vuelto a conseguir. Tras maravillarnos con sus anteriores e impresionantes trabajos, "Stalingrado" y "Berlín. La Caída: 1945", entre otros, el genial escritor británico se ha vuelto a sacar de la manga otra nueva obra maestra del género. "El Día D. La Batalla de Normandía" es una magistral y apasionante narración de una de las batallas más decisivas de la Segunda Guerra Mundial.

A diferencia de otros libros sobre el tema que había podido leer hasta ahora, como por ejemplo "El día más largo" de Cornelius Ryan o "El día D" de Stephen E. Ambrose, que se centraban básicamente en los prolegómenos, planificación y preparativos de la Operación Overlord, los lanzamientos de paracaidistas previos al desembarco - sobre lo que también había leído bastante, como "El Puente Pegasus" o "Hermanos de Sangre", también de Ambrose - y en la difícil lucha en Omaha, Utah, Sword y las demás playas normandas, hasta el establecimiento de las respectivas cabezas de playa, la obra de Beevor va mucho más allá y nos cuenta con todo lujo de detalles el penoso y costoso avance de los ejércitos aliados a lo largo del interior del norte de Francia hasta la liberación de París y la consiguiente retirada alemana del país galo.

Este aspecto es, quizás, el que más me ha gustado de este libro, porque como digo, lo otro lo tenía, digámoslo así, más trillado, y salvo alguna excepción desconocía todos los pormenores de la campaña de Normandía, un batalla que se me ha revelado apasionante y que en muchos momentos rivalizó en crueldad y número de bajas con las que se libraban en el Frente del Este. Se combatió con gran brutalidad y salvajismo, y se dieron abundantes casos de crímenes de guerra, como por ejemplo, la ejecución de prisioneros por ambos bandos, la profanación y mutilación de cadáveres enemigos, y las matanzas de civiles a cargo de tropas de las Waffen-SS.


La ferocidad de los brutales combates librados en la campaña de Normandía es incuestionable, ya que como afirma el autor, en tan sólo 3 meses de aquel verano de 1944, la Wehrmacht sufrió casi 240.000 bajas y perdió otros 200.000 soldados que fueron hechos prisioneros por los aliados, mientras que el XXI Grupo de Ejército de británicos, canadienses y polacos sufrió más de 83.000 bajas, por más de 125.000 de los americanos (por su parte, las fuerzas aéreas aliadas, pese a su incontestable y abrumadora superioridad perdieron 16.714 hombres entre muertos y desaparecidos).

Beevor, tras largos años de trabajo en archivos que sus predecesores no pudieron consultar (más de 30, al parecer, en media docena de países), ha escrito lo que se me antoja una obra total sobre la referida campaña, aportando gran cantidad de nuevas fuentes, voces y anécdotas que hacen de "El Día D. La Batalla de Normandía" una lectura totalmente imprescindible y recomendable, no sólo a los aficionados del género, sino también a cualquier lector con ganas de sumergirse en este pedazo de nuestra historia.


El autor inglés incide en aspectos que, hasta la fecha, quizás no habían sido explorados todo lo profundamente que hubiera sido deseable en otras obras sobre la Operación Overlord y la liberación de Francia (seguramente habrá otros libros, pero un servidor no los ha leído). Así por ejemplo, en la obra objeto de esta reseña, el historiador británico hace referencia a las constantes disensiones, disputas y desacuerdos entre los jefes militares aliados. En atención a lo que cuenta el escritor, el papel del general Einsenhower como Comandante Supremo del SHAEF se me antoja decisivo, sumamente difícil y creo que no suficientemente valorado. Saber manejar semejante colección de egos (Montgomery, Patton, De Gaulle, Churchill, Declerc...) y salir, no solo airoso del envite, sino obtener además una rotunda victoria, es un mérito realmente increíble y digno de todos los elogios.

En particular, Beevor carga las tintas sobre 'Monty', un personaje que, permitidme la expresión era tan molesto y exasperante como un dolor de huevos (llegando incluso a sacar de quicio a sus compatriotas de la RAF, por ejemplo). Pese a que es cierto que las tropas anglo-canadienses tuvieron que lidiar en su sector con la mayor parte de las divisiones acorazadas nazis, es innegable que sus avances y movimientos fueron demasiado cautelosos y ralentizados al mínimo, cometiendo Montgomery innumerables y fatales errores de cálculo así como decisiones equivocadas que costaron más bajas de lo que hubiera sido deseable, llegando incluso a ocultar datos a sus aliados norteamericanos y maquillar o tergiversar la información, negándose siempre a reconocer sus errores y mostrándose siempre como un genio militar infalible y superior al resto de sus compañeros de armas.


Por el contrario, la llegada del indomable general Patton para hacerse cargo del 3er Ejército estadounidense, se reveló decisiva - pese a las luces y sombras que siempre acompañaron al viejo general "sangre y agallas" - y el impetuoso e imparable avance de sus blindados por tierras franceses supuso un importantísimo punto de inflexión, provocando la ruptura del frente y la desbandada de las tropas alemanas, que fue decisiva para el desenlace de la campaña.

Igualmente, el escritor británico detalla el increíble sufrimiento del pueblo francés, que padeció lo indecible, a causa, sobre todo, de los masivos bombardeos de la aviación aliada. Según Beevor, un total de 19.890 civiles murieron en Francia durante la liberacion de Normandía y el número de heridos graves fue muchísimo mayor. A estas cifras hay que añadir los 15.000 muertos y 19.000 heridos de los primeros cinco meses de 1944, durante los bombardeos preparatorios de la Operacion Overlord. En definitiva, un total de 70.000 civiles franceses resultaron muertos por la accion de los aliados durante la guerra (una cifra sensiblemente superior a las muertes británicas a causa de los bombardeos alemanes, por ejemplo).

Junto a ello, cabe destacar otro aspecto, que a mi juicio tampoco se había expuesto con claridad, como es el gran número de bajas sufridas por los aliados debido a lo que se conoce como "fuego amigo": muchas tropas de la primera línea del frente - incluso un general norteamericano, McNair -, debido sobre todo a una falta de coordinación, una deficiente planificación o una información errónea, cayeron víctimas de los masivos bombardeos de la artillería y aviación aliada.


Los alemanes, pese a las constantes injerencias y desvaríos de Hitler y lo heterógeneo y disgregado de gran parte de sus tropas - muchas de ellas formadas por prisioneros de guerra (rusos, polacos, etc..), por voluntarios Osttruppen o por una amalgama de diversas unidades de todo tipo que habían sido diezmadas o prácticamente aniquiladas - lucharon con dureza, determinación y una gran disciplina (sobre todo las fanáticas tropas de las SS, como la odiada y temida 12ª SS Panzer Division Hitler Jugend), pero era prácticamente imposible resistir ante la abrumadora superioridad de la maquinaria de guerra aliada.

La artillería y la aviación aliada (cazabombarderos P-47 Thunderbolt y Typhoon, sobre todo, así como los bombarderos pesados) machacó sin piedad las posiciones alemanas y, sin que la Luftwaffe pudiera oponer una mínima resistencia ni apoyar a las tropas de tierra, ingentes cantidades de vehículos y blindados alemanes fueron destruidos antes siquiera de que pudieran llegar a la línea del frente. Por mucho que los carros de combate alemanes fueran infinitamente superiores a los británicos y norteamericanos y aunque multitud de ellos fueron destruidos o inutilizados por los potentes cañones antitanque de 88 mm de que estaban provistas las tropas del Führer, la enorme cantidad de repuestos y reemplazos de que disponían los aliados fue decisiva.

En definitiva, una obra imprescindible que os recomiendo encarecidamente.

9 comentarios:

  1. Qué buen post furilo, me voy a comprar el libro en cuanto pueda.
    Es que hay tanto que leer sobre la WWII, pero Beevor es un maestro, sin duda. Es escalofriante enterarse que los americanos mataron más franceses inocentes sin querer que británicos matrano los nazis queriendo. Son esas barbaridades de la guerra que ya han sucedido en Europa muchas veces.
    No es que esto me insesiblice con respecto a otros conflictos en otras tierras, pero me hace relativizar los "escandalosos" errores de las tropas aliadas en Afganistán o Irak.
    Viva Patton, mi súper héroe de la WWII.

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo contigo, Charlie. Maravilloso libro el de Beevor.

    Creo que el de Ambrose y el de Beevor son totalmente compatibles.

    Ambrose, como bien dices, se centra en las primeras veinticuatro horas del desembarco y Beevor las relata muy de pasada, extendiéndose hasta la toma de París.

    En mi biblioteca están juntos. Ambos forman un todo.

    Un saludo a todos.

    ResponderEliminar
  3. MR. LOMBREEZE: Gracias, Lombri. Como ya digo, creo que es una obra imprescindible. Si te gustaron "Stalingrado" o "Berlin", este libro fijo que también.

    HUMBERTO: Bienvenido por estos lares, paisano. El libro de Ambrose es una joya también y coincido contigo en que ambos son perfectamente compatibles y complementarios el uno del otro. Y por cierto, también los tengos los dos juntos en mi biblioteca...

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Yo me compré Stalingrado por tu recomendación pero aún no me lo he leído! Tengo cola!

    1besico!

    ResponderEliminar
  5. Si no estas acostumbrada a libros de este tipo, quizás al principio te encuentres abrumada por el aluvión de Informacion referente a nombres, unidades, etc y puedes verte algo perdida, Fi, pero persevera que merece mucho la pena y cuenta con innumerables testimonios que hacen la lectura mas amena. Ya me contaras cuando lo leas.

    Un besico

    ResponderEliminar
  6. Y yo te recomiendo éste:
    http://www.casadellibro.com/libro-combate-moral-una-historia-de-la-ii-guerra-mundial/9788430608072/1885855

    ResponderEliminar
  7. Ya le tenía echado el ojo, Lombri. Lei algo sobre él, no recuerdo donde y la verdad es que tenía muy buena pinta. Si albergaba alguna duda, tu recomendación me las ha despejado del todo. Me acercaré por la Biblioteca de Doctor Cerrada que suelen tener bastante material de la WW II a ver si esta, y si no a ver si lo sacan en edicion de bolsillo o me lo regala alguien, jejeje...que la cosita está muy mala

    Saludos!!

    Por cierto, he oido hablar muy bien también de "Se desataron todos los infiernos" de Max Hastings, tienes alguna referencia??

    ResponderEliminar
  8. @Charlie, no, sorry, ni idea de ese libro de Hastings.

    ResponderEliminar
  9. sin olvidar el libro sobre la invasión de creta, que también está fenomenal.

    enhorabuena por el blog, poco a poco me voy poniendo al dia.

    ResponderEliminar