Después del
armisticio de Italia con los aliados del 8 de septiembre de 1943, la isla era un peligro potencial para los alemanes porque podía servir como base aérea para que los bombarderos aliados realizaran incursiones sobre los pozos petrolíferos de
Rumanía. La isla de
Rodas, sede del mando de la
Regia Marina en el
Egeo (
almirante Inigo Campioni) capituló el día 12 de
septiembre y cuando la noticia llego a
Leros, el
capitán de navío Luigi Mascherpa (en la fotografía de aquí abajo), asumió por propia iniciativa el título de
almirante jefe de la marina italiana en el
Egeo. El 13 de
septiembre los alemanes ofrecieron, por radio, a las demás islas condiciones para una rendición honrosa.
Mascherpa rehusó y se preparó para la defensa. Mientras tanto, ese mismo día llegó a
Leros una misión británica, con un mensaje de
Henry Maitland Wilson, comandante en jefe aliado para el
Oriente Medio, en el que se informaba al almirante italiano que los aliados contaban con la guarnición italiana para la defensa de la isla contra eventuales intentos alemanes de desembarco, y se prometía como ayuda el envío de tropas y material. De este modo, los días 16, 17 y 20 de
septiembre casi un millar de soldados británicos, a las órdenes del
mayor general F.G.R. Brittorous, desembarcaron en
Leros y establecido su puesto de mando en
Alinda, en la zona central de la isla.
El ataque alemán - con nombre en clave
"Operación Leopard" y bajo el mando del
general Friedrich-Wilhelm Müller (en la imagen superior)
- se inició a las 9:45 del 26 de
septiembre y pilló por sorpresa a los defensores de
Leros. Las defensas antiaéreas no lograron localizar a tiempo a los aviones alemanes y los radares ingleses (existentes en los barcos que se encontraban en el puerto para proporcionar hombres y armas a la guarnición) no lograron captar nada en sus pantallas a causa de las altas colinas que circundaban el puerto. Era el comienzo del infierno que la
Luftwaffe desencadenaría sobre la isla. Desde la mañana del 26 de
septiembre hasta la noche del 31
octubre los ataques de los bombarderos en picado
Junkers Ju-87 "Stuka" se sucedieron, incesantemente durante 35 días. Los alemanes gozaban de una total supremacía aérea en la zona, ya que en
Leros, los pocos aviones italianos eran viejos aparatos de reconocimiento, que pronto fueron puestos fuera de combate, mientras que la aviación aliada no podía operar debido a la enorme distancia que separaba las aeródromos de partida de la zona de operaciones. Para rechazar la ofensiva aérea alemana sólo quedaban unas 52 baterías antiaéreas italianas, servidas casi todas por veteranos, que ya antes del comienzo de la batalla, estaban cansados y decepcionados después de 40 meses de inactividad lejos de sus hogares. Aún así, combatieron con profesionalidad y valentía y lograron derribar muchos
"Stukas".
En la noche del 31 de
octubre se suspendieron los ataques hasta el día 6 de
noviembre, lo que aprovecharon los defensores de la isla para tomar un respiro y reorganizarse. Los ingleses sustituyeron el 1 de
noviembre al
general Brittorous por el
brigadier Robert Tilney, quien, en los primeros días de noviembre, recibió refuerzos hasta casi alcanzar los 3.000 hombres, organizados en tres batallones, a cada uno de los cuales le correspondía la completa responsabilidad de todo un sector operativo. Mientras tanto los alemanes se apoderaron de las islas cercanas a
Leros, después de haber neutralizado con violentos bombardeos la resistencia de las pequeñas guarniciones anglo-italianas que las defendía.
Leros estaba, pues, bajo asedio.
Los refuerzos británicos continuaban llegando por vía marítima, y en ellos participaban 6 submarinos italianos, pero cada vez era más peligroso llegar a la isla. Seis barcos británicos fueron hundidos, uno de ellos que transportaba un batallón de refuerzos, al toparse con un banco de minas. La única ventaja de los sitiados habían podido obtener era haber obligado al enemigo a renunciar a reunir hombres y material en la vecina isla de
Calino: una batería italiana con cañones de 152mm bombardeó ininterrumpidamente dicha isla durante 36 días, impidiendo que las tropas alemanas se apoderaran de
Calino para utilizarla como cabeza de puente para el futuro desembarco en
Leros.
El ataque decisivo comenzó el 6 de
noviembre. El mando alemán tenía el pleno convencimiento de que los defensores de
Leros estaban ya en las últimas, y además habían comunicado por radio a los soldados italianos que continuarán luchando que serían tratados como
"partisanos" y fusilados una vez capturados. Se reanudaron los ataques aéreos concentrados contra las baterías y cañones italianas, que fueron aumentando paulatinamente su intensidad los días 9, 10 y 11 de
noviembre. Los artilleros de las batería antiaéreas no tenían tiempo material para comer o dormir. Las comunicaciones entre los distintos puestos de mando eran interrumpidas continuamente, creando más caos y confusión si cabe en las isla. A las 4:30 del 12 de
noviembre se acercó un convoy alemán a la parte septentrional de la isla. Las baterías italianas capaces aún de combatir y los pocos cañones que les quedaban a los británicos abrieron fuego, pero fueron atacados por los
"Stukas". Pese a todo, los defensores hundieron 6 lanchas de desembarco alemanas, y lograron rechazar un contingente de casi 500 alemanes que habían desembarcado en la
bahía de Palma. En la
bahía de Grifo, 2 compañías alemanas desembarcaron y ocuparon el
monte Clidi, destruyendo la batería italiana situado en la cumbre y exterminando a su dotación.
Por la tarde del 12 de
noviembre dos oleadas de aviones de transporte
Junkers Ju-52 lanzaron sobre la parte central de
Leros unos 500 paracaídistas. A causa de la fuerte brisa, lo accidentado del terreno y el fuego antiaéreo el porcentaje de pérdidas entre las tropas aerotransportadas alemanas del
general Müller fue altísimo, pero gracias, de nuevo, al intenso apoyo aéreo, les fue consolidar sus posiciones en el centro de la isla, cortando así la parte norte de la isla del resto de las defensas.
Los británicos lanzaron un contraataque, que estuvo a punto de prosperar, pero la
Luftwaffe lo contuvo.
Al caer la noche 3 destructores británicos se acercaron a la isla por la
bahía de Alinda para bombardear las posiciones alemanas, pero por error alcanzaron a algunos defensores que habían iniciado otro contraataque. El mando del batallón y a dos compañias de los
Queen's Own Royal West Kent Regiment fueron desembarcados en
Portolago, para reforzar el despliegue aliado. Sin embargo, al otro extremo de la isla los alemanes desembarcaron 1.200 hombres, dotados de cañones de 88mm y armas automáticas, y los defensores no fueron capaces de impedir el desembarco. Durante el 15 de
noviembre los alemanes lograron recuperar el terreno perdido en la contraofensiva, llegando a infiltrarse profundamente en las defensas anglo-italianas.
Por la noche, el
almirante Mascherpa solicitó al
general Tilney que lanzará un contraataque nocturno masivo con sus 5.000 hombres todavía capaces de combatir, pero el jefe británico se negó, ya que consideraba perdida definitivamente la batalla.
El día 16 de
noviembre hubo nuevos desembarcos alemanes, seguidos de otros lanzamientos de paracaídistas, mientras que los aviones de la
Luftwaffe continuaban machacando las posiciones defensivas anglo-italianas. Una compañía de los
Queen's Own Royal West Kent Regiment, desembarcada también en
Portolago, se lanzó inútilmente al ataque de las posiciones alemanas. Los defensores combatían en medio de la confusión, sin órdenes, con las comunicaciones interrumpidas entres mandos y posiciones, y con la mayoría de las batería italianas ya inutilizadas. Algunas de ellas eran servidas incluso por un solo artillero, que cargaba, apuntaba y disparaba. Los ingleses e italianos, combatían codo con codo, por toda la isla, entre cientos de camaradas heridos y muertos, llegando muchas veces al cuerpo a cuerpo con los atacantes. Los defensores del
monte Meraviglia había sido arrollados,
Tilney estaba rodeado por paracaidistas alemanes. La resistencia para ya imposible.
A las 12:30 de la mañana del 16 de
noviembre, emisarios alemanes ofrecieron a
Mascherpa la vida de sus soldados supervivientes si se rendía inmediatamente. El almirante italiano se negó. Sin embargo, 5 horas más tarde,
Tilney se rendía al
general Müller y los combates cesaron en la mañana del 17 de
noviembre. Unos 3.000 soldados británicos y unos 100 oficiales, así como otros 5.000 italianos (más 350 oficiales) se rindieron a los asaltantes, quienes pese a la intercesión del general británico, ejecutaron a docenas de oficiales y soldados italianos. Las pérdidas entre los defensores ascendieron a más de 400 muertos y 4.800 heridos, mientros los alemanes sufrieron 520 muertos y entre 4.000-5.000 heridos. Los supervivientes italianos fueron enviados a campos de concentración alemanes. Los
almirantes Iñigo Campioni y
Luigi Mascherpa fueron entregados a la
República Social Italiana de
Mussolini y condenados a muerte, siendo fusilados en
Parma el 24 de
mayo de 1944.
Fuentes:
"Crónica Milítar y Política de la Segunda Guerra Mundial" (Tomo VII), Ed. Sarpe (1982)
http://forum.paradoxplaza.com/forum/showthread.php?278564-La-batalla-de-Leros-1943
http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Leros