viernes, 15 de febrero de 2013

La Carga de la Caballería Polaca en Krojanty

Probablemente la imagen más famosa y persistentemente recordada en el tiempo de la invasión de Polonia por la Alemania nazi (1 de  septiembre de 1939) es la de un escuadrón de osados jinetes polacos cargando a caballo con sus lanzas y sables contra los panzer alemanes. Todo un símbolo de la desesperación de unas gentes valientes, pero abandonadas a su suerte por las potencias aliadas e impotentes ante una tecnología infinitamente superior. En mi caso, uno de los primeros y más vívidos recuerdos de mi infancia en relación con la Segunda Guerra Mundial, es la lectura de un viejo tebeo de "Hazañas Bélicas" en una de cuyas historias se mostraba este episodio. Si no recuerdo mal, uno de aquellos lanceros polacos, se abalanzaba contra un tanque y antes de caer abatido, liquidaba con su lanza a un tripulante del blindado - creo que uno de los ametralladores (o el conductor, quizás) - tras introducir, en una increíble demostración de puntería su lanza por una de las troneras del carro de combate.


Pues bien, la cuestión es que ese osado y suicida ataque nunca se produjo. Ese heroico episodio es uno de los tantos mitos y leyendas existentes en torno a la Segunda Guerra Mundial. No obstante, ello no parece haber menguado la popularidad de la leyenda, incluso entre algunos historiadores e investigadores supuestamente serios. Según el historiador Steven J. Zaloga, la historia parece tener su origen en los primeros días de la campaña, de la mano de corresponsales de guerra italianos destacados en el frente de Pomerania. Luego fue debidamente engrandecido, embellecido y transformado a su antojo por la poderosa propaganda nazi, siendo más atractivo en cada nueva versión de los hechos. También se ha dicho, de manera bastante insistente, que esa fue la última carga de caballería de la historia en un conflicto armado, a fin de pretender dejar sin argumentos a los defensores de la caballería, para dejar claro que la época del jinete había tocado a su fin, pero eso tampoco es cierto. Así a bote pronto, recuerdo un par de cargas de caballería más durante la Segunda Guerra Mundial - la del Regimiento "Savoia" italiano en Isbuschensky (Rusia) en agosto de 1942 y la del 26th Cavalry Regiment estadounidense en Morong (Filipinas) en febrero de 1942 - y lo cierto es que las unidades de caballería continuaron teniendo un papel importante durante la guerra (precisamente los alemanes las utilizaron a menudo en la lucha antipartisana).


La fuente original está en una escaramuza cerca de la aldea de Krojanty en la tarde del 1 de septiembre de 1939 (es decir, el mismo día de la invasión). El Corredor de Pomerania, (también llamado "corredor polaco")  uno de los principales objetivos de Hitler, ya que garantizaba el acceso al mar Báltico, estaba guardado por varias divisiones polacas de infantería y por la Brigada de Caballería "Pomorska". El área era indefendible, pero esas fuerzas estaban estacionadas ahí para impedir al menos que la Wehrmacht la tomase sin oposición, como había ocurrido en los Sudetes. Al estallar la guerra, esas tropas debían retirarse inmediatamente hacia el sur. Cubriendo el repliegue estaría el coronel Kazimierz Mastalerz (en la fotografía bajo estas líneas) con su 18º Regimiento de Lanceros Ulanos "Pomorskich" y unos regimientos de infantería.


A primera hora del 1 de septiembre, la y 20ª División de Infantería Motorizada del XIX Cuerpo de Ejército alemán al mando del general Heinz Guderian empezaron a presionar a las fuerzas polacas del bosque de Tuchola. La caballería y la infantería consiguieron  contenerlas hasta primera hora de la tarde, pero finalmente se vieron obligadas a retroceder. Al atardecer, estaba amenazado el empalme ferroviario y viario clave que había al otro lado del bosque, así que Mastarlerz ordenó que se rechazara a los alemanes a toda costa. El coronel polaco contaba con su propio regimiento, alguna infantería y las tanquetas de la brigada. Las tanquetas TK eran viejas y estaban muy gastadas, así que fueron dejadas con una parte del regimiento para que sostuvieran las posiciones. Dos escuadrones de lanceros, unos 250 hombres, montaron en sus caballos y empezaron a rodear el flanco germano para atacar por detrás.


A primera hora de la tarde habían localizado un batallón de infantería alemán expuesto en un claro del bosque de Tuchola. Los escuadrones de caballería polacos estaban a unos cientos de metros, por lo que era factible lanzar una carga a sable. En unos instantes, los dos escuadrones habían salido del bosque y caído sobre la atónita infantería enemiga, a la que lograron dispersar causandole unas 20 bajas, sin que los polacos tuvieran apenas pérdidas. Cuando los jinetes se estaban reagrupando, aparecieron en el lugar unos cuantos vehículos blindados ligeros alemanes - probablemente del tipo Schewerer Panzerspähwagen y Leichter Panzerspähwagen - armados con cañones automáticos de 20 mm y ametralladoras, y abrieron fuego de inmediato sobre los jinetes polacos, que totalmente expuestos, empezaron a galopar intentando llegar al abrigo de una colina cercana. El propio coronel Mastarlerz y su estado mayor cayeron muertos, y las bajas fueron terribles (se habla de unos 20 muertos y otros 60 heridos o prisioneros, es decir, los dos escuadrones de la caballería polaca intervinientes en la escaramuza perdieron un tercio de sus jinetes). Sin embargo, gracias a su decidida acción los lanceros consiguieron ganar tiempo para la retirada de dos batallones polacos que estaban siendo atacados en la cercana batalla de Chojnice.


La evidencia de esta matanza fue descubierta al día siguiente por unos corresponsales de guerra italianos, a quienes unos soldados alemanes dijeron que aquello era consecuencia de que los jinetes polacos habían cargado contra los carros de combate. Los alemanes, impresionados por el fuerte y osado ataque, se las arreglaron para transformar una derrota táctica en una victoria propagandística, presentando así el ejército polaco como obsoleto y caduco. Y así nació la leyenda. Lo que ya no interesó tanto resaltar a los nazis fue que esa misma tarde Guderian tuviese que intervenir personalmente para impedir que el comandante de la 20ª División de Infantería Motorizada alemana retirase dicha unidad "frente a una intensa presión de caballería". Semejante presión procedía de ese mismo 18º Regimiento de Lanceros Ulanos, una unidad que había perdido el 60% de sus efectivos en los combates de ese día y cuyo tamaño no era ni el 10% de la unidad alemana a la que estaban empujando.


Los polacos también aceptaron la mentira pues ensalzaba el valor de su caballería, que dicho sea de paso, fueron las unidades del ejército polaco que más problemas dieron a los alemanes en su avance (incluso, llegaron a derrotarles en la batalla de Mokra). Eso sí, los enfrentamientos entre la caballería polaca y las unidades blindadas germanas se produjeron con los jinetes polacos luchando a pie, o atrincherados en posiciones fijas (más el apoyo de tanquetas, blindados y artillería), es decir, como infantería, y utilizando sólo la caballería para desplazarse rápidamente a otros lugares del frente. Pero todos sabemos el gran valor que tienen los símbolos y lo de las lanzas contra los tanques es una imagen muy poderosa sobre un pueblo que fue abandonado a su suerte cuando se vieron atacados por la tiranía y la sinrazón.


Fuentes:

Osprey: Soldados de la II Guerra Mundial: "El Ejército Polaco" de Stephen J. Zaloga
http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Krojanty
http://www.abc.es/20120831/archivo/abci-caballeria-polaca-contra-tanques-201208301625.html
http://comprenderelayer.wordpress.com/2008/07/26/caballeria-polaca-contra-panzers-alemanes/

5 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

A mí no me baja de la burra ni un millón de historiadores... jajaja. Es lo que tú dices: un símbolo. Los lanceros polacos cargaron contra los panzer y punto. Hazañas Bélicas no puede estar equivocada...

Michael Neudecker dijo...

Tengo el placer de comunicarte que has recibido el Premio Liebster por tu blog. Entra en este enlace y verás de qué se trata. Enhorabuena http://vidayeltiempo.blogspot.com.es/2013/02/premios-liebster-blog.html

charlie furilo dijo...

@MrLombreeze: jejeje, imaginaba que ibas a decir precisamente eso...

@Michael Neudecker: Coño!! ¿un premio? ¿En serio? ¡¡Te lo agradezco de veras, hombre!!. No había oído hablar de los "Premios Liebster" esos, ni se en que consisten (trataré de remediarlo a la mayor brevedad), pero en cualquier caso, muchísimas gracias. Es un honor.

Unknown dijo...

El día que publicaste esta entrada había empezado a leer el libro "Invasión de Polonia: blitzkrieg" escrito por Steven J. Zaloga y editado por Osprey. Y empieza precisamente con el mito de la caballería polaca.

http://librosenguerra.blogspot.com.es/

charlie furilo dijo...

Gran parte de este post sale precisamente de un fascículo de Osprey sobre el ejército polaco, incluido en la colección "Soldados de la 2ª Guerra Mundial" y escrito por el propio Zaloga.