Vamos allá con otra nueva andanada de noticias sobre la Segunda Guerra Mundial. Aquí las tienen Vds:
--- Cuando el Reino Unido está inmerso en los actos de celebración del 50 aniversario de la creación de unos de sus héroes de ficción más populares, el Agente 007, nuevas investigaciones desvelan la fuente de inspiración del personaje literario creado por Ian Fleming, llevado tantas veces a la pantalla. Una nueva biografía sobre el héroe de guerra F.F.E. "Tommy" Yeo-Thomas (en la fotografía inferior) reivindica que muchas de las experiencias reales de este espía, conocido con el nombre en clave de "White Rabbit", son las que inspiraron y han sido recreadas en el personaje de James Bond. Yeo-Thomas fue lanzado 3 veces en paracaídas en la Francia ocupada y llegó a ser capturado y torturado por la Gestapo, siendo trasladado a continuación al campo de concentración de Buchenwald, de donde logró escapar y alcanzar las líneas de los Aliados.
La relación del héroe real con el héroe ficticio ha sido desvelada gracias al descubrimiento, por parte de la historiadora Sophie Jackson, de unos documentos en el Archivo Nacional, que ha vertido ahora en el libro "Yeo-Thomas' exploits, Churchill’s White Rabbit: The True Story of a Real-Life James Bond". En un dosier recientemente desclasificado, Jackson encontró un documento fechado el 15 de mayo de 1945 en el que Fleming, que también trabajó en la Inteligencia Británica durante la guerra, hace una breve referencia a su relación con el agente y su exitosa fuga de los nazis. Al parecer los dos hombres, trabajaron en unidades distintas - Yeo-Thomas en el SOE (Special Operations Executive) y Fleming en la División de Inteligencia Naval -, y esta sería por tanto la primera vez que se ha logrado establecer una relación clara entre ellos.
Para Jackson, las grandes similitudes entre la vida de Yeo-Thomas y Bond, así como sus recurrentes experiencias, como sus fugas en la vida real y en la ficción, apoyan la teoría de que Fleming se inspiró en el agente británico para crear a su personaje. "Eso demuestra que Fleming estaba muy interesado en el caso de Yeo-Thomas y que le hizo un seguimiento. Recogió su historia y le atrapó", agrega. La historiadora señala además la existencia de otros importantes paralelismos entre el héroe real y el de ficción: "Su vida personal y su relación y actitud hacia a la mujeres, así como la manera de comportarse como un agente secreto". Y relata a continuación de manera pormenorizada momentos puntuales que coinciden en la historia de ambos. "Yeo-Thomas, como Bond, siempre llevaba una pistola". Así se refiere a los métodos que utilizó el "Conejo blanco" para escapar de sus enemigos: "Utilizando la identidad de otro hombre, saltando de un tren, escondiéndose en un coche fúnebre o disfrazándose. Antes que Bond, Yeo-Thomas tendría incluso que matar con sus propias manos para poder escapar de una prisión en Rusia".
Jackson cree incluso que los parecidos van más allá de las experiencias vividas por "White Rabbit", y que Fleming (imagen superior) se inspiró también en los modales y el aspecto fisico de Yeo-Thomas, que como Bond tuvo una ajetreada vida amorosa.
Después de la guerra, Yeo-Thomas padeció problemas psicólogicos como consecuencia de sus traumáticas experiencias, que también quiso reflejar Fleming en sus novelas, aunque esta parte más sombria del personaje no ha sido trasladada a su adaptación cinematográfica. El héroe real murió en 1964, a los 62 años; mientras que el ficticio celebra ahora su medio siglo de vida.
--- Un tribunal de Baden-Baden (Alemania) ha cerrado definitivamente el caso contra uno de los criminales nazis más buscados, Aribert Heim, dando por bueno que murió de cáncer en Egipto bajo una identidad falsa en 1992, a pesar de que ni su cuerpo ni su tumba aparecieron nunca.
Médico destinado al campo concentración de Mathausen, el apodado como 'Doctor Muerte' sometió a cientos de prisioneros a espantosos experimentos y torturas. Según testimonios de los supervivientes, asesinó personalmente a cientos de prisioneros judíos inyectándoles veneno o sometiéndolos a aparatosas cirugías, incluso amputaciones, sin anestesia, con el objetivo "pseudocientífico" de averiguar hasta dónde llegaba la resistencia al dolor del ser humano. Una de sus prácticas más documentadas era la de inyectar gasolina, agua o veneno directamente en los corazones de sus víctimas para medir con un cronómetro cuánto tiempo aguantaban vivas.
Tras la guerra, permaneció en Alemania y llegó a trabajar como ginecólogo. Cambió de nombre y se le perdió la pista en 1962. La fiscalía de Baden-Baden presentó cargos contra él en 1979 y lanzó una orden de captura internacional, pero fue en vano. Nunca apareció. Sin embargo, siguió en contacto con su familia hasta que, según declaró su hijo, murió en Egipto bajo la identidad de Tarek Hussein Farid. La familia declaró haber donado el cuerpo para investigaciones científicas, pero tras un posterior viaje a Egipto se vieron obligados a admitir que el cuerpo nunca había llegado a ese destino y que no fueron capaces de encontrar la fosa común en la que habría terminado. El tribunal ratifica ahora la autenticidad de las pruebas presentadas por la familia y lo da oficialmente por muerto, a pesar de que sus restos siguen sin aparecer. Nunca fue juzgado por sus crímenes. Si estuviera vivo, hoy tendría 92 años.
--- Sven Hassel, el controvertido novelista autor de "Los pánzers de la muerte", "Batallón de castigo", "La legión de los condenados" o "Los vi morir", entre otros muy populares títulos, falleció el pasado 21 de septiembre a los 95 años de edad en Barcelona, ciudad donde residía.
Hassel, que ha vendido 50 millones de ejemplares de sus libros, traducidos a una veintena de idiomas, se lleva las dudas sobre su pasado a la tumba. Sostenía que, nacido en un pueblecito danés en 1917, había ingresado a los 17 años en un regimiento de húsares de su país y luego, en 1938, se había apuntado voluntario para a continuación luchar en la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial, sirviendo en prácticamente todos los frentes (escenario de sus historias), excepto en el Norte de África. Sus novelas, entonces, serían un testimonio personal de la guerra a través de las tremendas vivencias de Porta, Hermanito, el Legionario, Barcelona, el Viejo y Sven (el propio autor), un grupo de duros, soeces, descreídos, indisciplinados y nada fanatizados soldados de un batallón disciplinario de la Wehrmacht.
Con los años han surgido voces que cuestionan esa biografía oficial y que incluso apuntan que Hassel no solo no vivió las experiencias de sus relatos, que le habrían sido explicadas tras la guerra por veteranos daneses de las SS, sino que fue en realidad un nazi danés que permaneció en su país. En todo caso, los especialistas en temas militares han detectado errores en sus novelas y situaciones del todo imposibles, como que los alemanes pusieran en manos de soldados de un batallón disciplinario los modernos carros Tiger y Panther.
Sus partidarios le defienden recordando que sus novelas —una de las cuales, "Los panzers de la muerte" (1987), fue llevada al cine — son eso, novelas, y que si bien la médula de las historias que narra es bien real, Hassel las trasladó conscientemente al terreno de la ficción.
Sea como sea, sin entrar a valorar su calidad literaria o la veracidad de sus historias, lo innegable es que si bien sus 14 títulos muestran la contienda desde el bando alemán y llevan a solidarizarse con las penurias de los soldados germanos, el punto de vista es profundamente anitinazi y antimilitarista, y lo que se desprende de sus novelas es un profundo horror, por no decir asco, por las miserias de la guerra. Mucho antes de la actual moda de contarlo y mostrarlo todo de manera descarnada, Hassel, y era una sorpresa al leerlo en los años sesenta y setenta, no ahorraba ejecuciones sumarias, torturas, violaciones, muertes horrorosas descritas pormenorizadamente y cien mil otras barbaridades. Desde luego no es la prosa de alguien que glorifique la guerra y el espíritu marcial.
2 comentarios:
Por lo menos Fleming tuvo gusto para inventarse el nombre...porque lo de Soy Thomas, Yeo Thomas, no lo veo, jajaj.
Vamos, flipo con la facilidad con que la gente huye, cambia de identidad, vive y ejerce (de ginecólogo!) en otro país sin que te pillen hasta después de muerto...en fin, que se pudra esté donde esté.
1besico!
Jajajaja, no la verdad es que el nombre era poco comercial y sin gancho. Nada "cool", baby.
Manda huevos. Un puto criminal nazi, que se cambia el nombre y su pone uno árabe (hasta se convirtió al Islam, el hijoputa) y ejerce como ginecólogo: cualquiera se pone en su manos!!!
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