"11 de septiembre: nuestro batallón combate en las afueras de Stalingrado. El fuego no cesa. Mires donde mires hay fuego y llamas. El cañón y las ametralladoras rusas disparan desde la ciudad en llamas: ¡qué fanáticos! 16 de septiembre: nuestro batallón y los tanques atacan el elevador de grano. El batallón sufre muchas bajas. El elevador está ocupado, no por hombres, sino por diablos que ni las balas ni las llamas pueden destruir. 18 de septiembre: prosigue el combate dentro del elevador. Si todos los edificios de Stalingrado son defendidos así, ninguno de nuestros soldados regresará a Alemania. 22 de septiembre: hemos vencido la resistencia rusa en el elevador. Nuestras tropas avanzan hacia el Volga. En el elevador sólo encontramos unos 40 rusos muertos. 26 de octubre: quién hubiera creído, hace 3 meses, que en lugar de la alegría de la victoria tendríamos que soportar semejantes sacrificios y torturas, cuyo final no está a la vista. Los soldados dicen que Stalingrado es la fosa común del ejército alemán".
Apuntes del diario personal de un soldado del 6º Ejército Alemán en Stalingrado
Fuente: "Un Mundo en Guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial" de Richard Holmes
2 comentarios:
Hola Charlie. En mi blog tengo un post dedicado al episodio del silo de grano de Stalingrado.Impresionante.Bajo mi punto de vista,fue uno de los episodios más cruentos y representativos de la lucha que se libró en la ciudad.Te dejo el link por si le quieres echar un vistazo
http://historiassegundaguerramundial.wordpress.com/2012/07/18/el-silo-de-grano-de-stalingrado/
Un saludo.
Y no sólo allí. En la Casa Pavlov, Mamayed Kurgan, la Factoría Octubre Rojo o la Fábrica de Tractores también se libraron durísimos y heroicos combates, que forjaron la leyenda de los defensores de Stalingrado.
Me paso a leer tu entrada. Un saludo.
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