viernes, 28 de septiembre de 2012

Noticias sobre la 2ª Guerra Mundial (38)

Vamos allá con otra nueva andanada de noticias sobre la Segunda Guerra Mundial. Aquí las tienen Vds:

--- Cuando el Reino Unido está inmerso en los actos de celebración del 50 aniversario de la creación de unos de sus héroes de ficción más populares, el Agente 007, nuevas investigaciones desvelan la fuente de inspiración del personaje literario creado por Ian Fleming, llevado tantas veces a la pantalla. Una nueva biografía sobre el héroe de guerra F.F.E. "Tommy" Yeo-Thomas (en la fotografía inferior) reivindica que muchas de las experiencias reales de este espía, conocido con el nombre en clave de "White Rabbit", son las que inspiraron y han sido recreadas en el personaje de James Bond. Yeo-Thomas fue lanzado 3 veces en paracaídas en la Francia ocupada y llegó a ser capturado y torturado por la Gestapo, siendo trasladado a continuación al campo de concentración de Buchenwald, de donde logró escapar y alcanzar las líneas de los Aliados.


La relación del héroe real con el héroe ficticio ha sido desvelada gracias al descubrimiento, por parte de la historiadora Sophie Jackson, de unos documentos en el Archivo Nacional, que ha vertido ahora en el libro "Yeo-Thomas' exploits, Churchill’s White Rabbit: The True Story of a Real-Life James Bond". En un dosier recientemente desclasificado, Jackson encontró un documento fechado el 15 de mayo de 1945 en el que Fleming, que también trabajó en la Inteligencia Británica durante la guerra, hace una breve referencia a su relación con el agente y su exitosa fuga de los nazis. Al parecer los dos hombres, trabajaron en unidades distintas - Yeo-Thomas en el SOE (Special Operations Executive) y Fleming en la División de Inteligencia Naval -, y esta sería por tanto la primera vez que se ha logrado establecer una relación clara entre ellos. 

Para Jackson, las grandes similitudes entre la vida de Yeo-Thomas y Bond, así como sus recurrentes experiencias, como sus fugas en la vida real y en la ficción, apoyan la teoría de que Fleming se inspiró en el agente británico para crear a su personaje. "Eso demuestra que Fleming estaba muy interesado en el caso de Yeo-Thomas y que le hizo un seguimiento. Recogió su historia y le atrapó", agrega. La historiadora señala además la existencia de otros importantes paralelismos entre el héroe real y el de ficción: "Su vida personal y su relación y actitud hacia a la mujeres, así como la manera de comportarse como un agente secreto". Y relata a continuación de manera pormenorizada momentos puntuales que coinciden en la historia de ambos. "Yeo-Thomas, como Bond, siempre llevaba una pistola". Así se refiere a los métodos que utilizó el "Conejo blanco" para escapar de sus enemigos: "Utilizando la identidad de otro hombre, saltando de un tren, escondiéndose en un coche fúnebre o disfrazándose. Antes que Bond, Yeo-Thomas tendría incluso que matar con sus propias manos para poder escapar de una prisión en Rusia".


Jackson cree incluso que los parecidos van más allá de las experiencias vividas por "White Rabbit", y que Fleming (imagen superior) se inspiró también en los modales y el aspecto fisico de Yeo-Thomas, que como Bond tuvo una ajetreada vida amorosa. Después de la guerra, Yeo-Thomas padeció problemas psicólogicos como consecuencia de sus traumáticas experiencias, que también quiso reflejar Fleming en sus novelas, aunque esta parte más sombria del personaje no ha sido trasladada a su adaptación cinematográfica. El héroe real murió en 1964, a los 62 años; mientras que el ficticio celebra ahora su medio siglo de vida. 

--- Un tribunal de Baden-Baden (Alemania) ha cerrado definitivamente el caso contra uno de los criminales nazis más buscados, Aribert Heim, dando por bueno que murió de cáncer en Egipto bajo una identidad falsa en 1992, a pesar de que ni su cuerpo ni su tumba aparecieron nunca.


Médico destinado al campo concentración de Mathausen, el apodado como 'Doctor Muerte' sometió a cientos de prisioneros a espantosos experimentos y torturas. Según testimonios de los supervivientes, asesinó personalmente a cientos de prisioneros judíos inyectándoles veneno o sometiéndolos a aparatosas cirugías, incluso amputaciones, sin anestesia, con el objetivo "pseudocientífico" de averiguar hasta dónde llegaba la resistencia al dolor del ser humano. Una de sus prácticas más documentadas era la de inyectar gasolina, agua o veneno directamente en los corazones de sus víctimas para medir con un cronómetro cuánto tiempo aguantaban vivas.


Tras la guerra, permaneció en Alemania y llegó a trabajar como ginecólogo. Cambió de nombre y se le perdió la pista en 1962. La fiscalía de Baden-Baden presentó cargos contra él en 1979 y lanzó una orden de captura internacional, pero fue en vano. Nunca apareció. Sin embargo, siguió en contacto con su familia hasta que, según declaró su hijo, murió en Egipto bajo la identidad de Tarek Hussein Farid. La familia declaró haber donado el cuerpo para investigaciones científicas, pero tras un posterior viaje a Egipto se vieron obligados a admitir que el cuerpo nunca había llegado a ese destino y que no fueron capaces de encontrar la fosa común en la que habría terminado. El tribunal ratifica ahora la autenticidad de las pruebas presentadas por la familia y lo da oficialmente por muerto, a pesar de que sus restos siguen sin aparecer. Nunca fue juzgado por sus crímenes. Si estuviera vivo, hoy tendría 92 años. 

--- Sven Hassel, el controvertido novelista autor de "Los pánzers de la muerte", "Batallón de castigo", "La legión de los condenados" o "Los vi morir", entre otros muy populares títulos, falleció el pasado 21 de septiembre a los 95 años de edad en Barcelona, ciudad donde residía.


Hassel, que ha vendido 50 millones de ejemplares de sus libros, traducidos a una veintena de idiomas, se lleva las dudas sobre su pasado a la tumba. Sostenía que, nacido en un pueblecito danés en 1917, había ingresado a los 17 años en un regimiento de húsares de su país y luego, en 1938, se había apuntado voluntario para a continuación luchar en la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial, sirviendo en prácticamente todos los frentes (escenario de sus historias), excepto en el Norte de África. Sus novelas, entonces, serían un testimonio personal de la guerra a través de las tremendas vivencias de Porta, Hermanito, el Legionario, Barcelona, el Viejo y Sven (el propio autor), un grupo de duros, soeces, descreídos, indisciplinados y nada fanatizados soldados de un batallón disciplinario de la Wehrmacht.


Con los años han surgido voces que cuestionan esa biografía oficial y que incluso apuntan que Hassel no solo no vivió las experiencias de sus relatos, que le habrían sido explicadas tras la guerra por veteranos daneses de las SS, sino que fue en realidad un nazi danés que permaneció en su país. En todo caso, los especialistas en temas militares han detectado errores en sus novelas y situaciones del todo imposibles, como que los alemanes pusieran en manos de soldados de un batallón disciplinario los modernos carros Tiger y Panther. Sus partidarios le defienden recordando que sus novelas —una de las cuales, "Los panzers de la muerte" (1987), fue llevada al cine — son eso, novelas, y que si bien la médula de las historias que narra es bien real, Hassel las trasladó conscientemente al terreno de la ficción.


Sea como sea, sin entrar a valorar su calidad literaria o la veracidad de sus historias, lo innegable es que si bien sus 14 títulos muestran la contienda desde el bando alemán y llevan a solidarizarse con las penurias de los soldados germanos, el punto de vista es profundamente anitinazi y antimilitarista, y lo que se desprende de sus novelas es un profundo horror, por no decir asco, por las miserias de la guerra. Mucho antes de la actual moda de contarlo y mostrarlo todo de manera descarnada, Hassel, y era una sorpresa al leerlo en los años sesenta y setenta, no ahorraba ejecuciones sumarias, torturas, violaciones, muertes horrorosas descritas pormenorizadamente y cien mil otras barbaridades. Desde luego no es la prosa de alguien que glorifique la guerra y el espíritu marcial.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Voluntarios Cosacos en la Wehrmacht

Los cosacos son un pueblo nómada que se estableció de forma permanente en las estepas del sur de lo que es actualmente Rusia y Ucrania aproximadamente en el siglo X. Desde siempre destacaron por su ardor guerrero, su destreza militar y la confianza que tenían en sí mismos. El nombre deriva posiblemente de la palabra turca quzzaq ("aventurero", "hombre libre"). El grupo principal y más numeroso es el de los cosacos ucranianos y los cosacos rusos de los ríos Don, Kubán, Terek y Ural, respectivamente. Algo menos conocidos son los cosacos polacos y los cosacos tártaros.


Las comunidades cosacas o "huestes", que históricamente habían proporcionado leal caballería ligera a los ejércitos de los Zares rusos (y que mayoritariamente apoyaron al Ejército Blanco durante la Guerra Civil Rusa), habían sido brutalmente reprimidas por el régimen de Stalin, que no sólo llevó a cabo persecuciones, deportaciones en masa y ejecuciones, sino que incluso prohibió la tradición y cultura cosaca. Por eso, muchos cosacos dieron la bienvenida a los invasores alemanes como libertadores, viendo la oportunidad de culminar sus ansias nacionalistas e independentistas. No obstante, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el dictador soviético  no tuvo escrúpulos en reactivar a unidades cosacas bajo estricta vigilancia de la NKVD, cuando se dio cuenta que en tiempos de guerra necesitaba tropas expertas y preparadas como las cosacas. Se dio así la situación extraña y fraticida de que hubo cosacos combatiendo en ambos lados del conflicto, como integrantes de las tropas alemanas y del Ejército Rojo de la URSS.


Desde el principio de la campaña de Rusia, las unidades alemanas comenzaron a reclutar voluntarios cosacos en pequeños escuadrones independientes agregados como auxiliares, pero más pronto en números significativos, que fueron creciendo a medida que la guerra progresaba (regimientos, brigadas y finalmente divisiones). Las unidades de caballería que operaban contra los partisanos agregaron pronto una sotnia (escuadrón) de cosacos a sus efectivos. Su potencial se puso en evidencia ya en agosto de 1941, cuando una unidad completa de cosacos del Ejército Rojo, bajo el mando del comandante Ivan Kononov, se pasó a la Wehrmacht en Bielorrusia. Fue designada primero Kosaken Abteilung 102, después Ost Kosacken Abt 600 y finalmente, 5º Regimiento Cosaco del Don.


Inicialmente suspicaz y reticente, Hitler autorizó el reclutamiento de voluntarios cosacos en abril de 1942. Los grupos más importantes que se crearon ese año fueron los Regimientos "Lehman" y "Von Jungschulz" del Grupo de Ejércitos Sur, y los Regimientos "Platov" y "Von Wolff" del Grupo de Ejércitos Centro. Un ejemplo de una unidad reducida y más oscura lo proporcionó el XL Grupo Panzer. En el verano de 1942, este cuerpo se vió desbordado por el número de prisioneros soviéticos capturados que requerían un número importante de vigilantes armados para enviarlos a retaguardia, privándose, de ese modo, de un recurso, soldados alemanes, de los que no podía prescindir. Alguien sugirió que podrían suministrarse caballos a los prisioneros cosacos y ponerlos como guardianes de la columna de prisioneros. Un tal capitán Zagorodniy fue puesto al mando y él su grupo regresaron en otoño, pidiendo que se les asignara otra misión. Que los cosacos hubiesen regresado fue toda una  sorpresa pero, no obstante, recibieron instrucción formal y se les designó como Escuadrón Cosaco 1/82, prestando servicios en la Wehrmacht hasta que fueron aniquilados en ¡Saint-Lô, Normandía, en 1944!


En septiembre de 1942, el Oberstleutnant Helmuth von Pannwitz (en la imagen superior), un oficial alemán de caballería que había mandado una unidad de cosacos con cierto éxito, agregado a la caballería rumana y que mantenía una buena relación con el atamán (líder) de la hueste Terek, promovió la idea de formar una división completa de cosacos. El proyecto recibió la aprobación y se le nombró Comandante de Unidades Cosacas (con eventual ascenso a teniente general), organizando la evacuación de muchas familias de cosacos que huían del avance del Ejército Rojo, y establecer un stan o asentamiento permanente de cosacos, primero en Polonia y, más tarde, al norte de Italia.


La 1ª División Cosaca fue creada de forma oficial el 4 de agosto de 1943 bajo el mando de Von Pannwitz, incorporándose a ella los Regimientos "Platov", "Von Jungschultz", "Lehman", "Kononov" y "Von Wolff". Pronto se les agregaron muchas unidades menores, aunque algunas siguieron siendo independientes proporcionando servicios de reconocimiento, seguridad y escolta a las unidades alemanas que las habían reclutado. La división se instruyó en Mlawa, Polonia, organizada en 2 brigadas:

1ª Brigada Cosaca: 1er Regimiento Don, 4º Kuban, 2º Siberiano; Batallón de Artillería de Montaña Caúcaso.
2º Brigada Cosaca: 3er Regimiento Kuban, 5º Don, 6º Terek;  Batallón de Artillería de Montaña Caúcaso. 


Cada regimiento a caballo tenía 6 escuadrones, divididos en Gruppen de 12 hombres. Cada brigada tenía también un escuadrón pesado con 4 morteros de 81 mm y 4 ametralladoras. La división dispuso de un escuadrón contracarro con 5 cañones de 5,0 cm. Se le entregaron armas y uniformes alemanes así como material soviético capturado. Mlawa era una gran instalación del anterior Ejército Polaco que proporcionó acomodo para los 10.000 o 15.000 hombres y caballos que pasaron por ella. Se crearon unidades de apoyo divisional; un Regimiento de Reemplazo y Adiestramiento de Voluntarios con cuartel general en Mochovo dirigió una escuela para muchachos cosacos y un curso de entrenamiento para oficiales; incluso editaron un periódico. La división era rusa, y utilizaba esa lengua, aunque los técnicos como los herradores y veterinarios eran en su mayoría alemanes. Cada regimiento de 2.000 hombres tenía 160 cuadros de oficiales y técnicos alemanes.


En septiembre de 1943, de acuerdo con la nueva política de despliegue de las Osttruppen, la división fue transferida a Croacia para luchar contra los guerrilleros partisanos de Josip Broz "Tito". Ahora sería la policía alemana la que empleara a las Osttruppen en frentes muy alejados de sus patrias. La alta moral de la división y el hecho de que por lo menos los partisanos eran comunistas ayudaban a compensar la decepción sentida por los cosacos al no tener la oportunidad de combatir contra los soviéticos. A finales de 1943 las dos brigadas de la división fueron segregadas y reforzadas para convertirlas en las 1ª y 2ª Divisiones Cosacas, que junto a tropas adicionales, formaron el XIV Cuerpo de Ejército Cosaco. Los cosacos lucharon duramente y por mucho tiempo contra los partisanos, obteniendo más exitos que los alemanes en este tipo de guerra. Sus caballos les daban flexibilidad táctica en el abrupto terreno de las montañas balcánicas. Cuando el Ejército Rojo avanzó por Yugoslavia con su nuevo aliado, el Ejército Búlgaro, los cosacos consiguieron finalmente su oportunidad para combatir contra los soldados regulares soviéticos.


A finales de 1944, el cuerpo fue redesignado XV Cuerpo de Caballería Cosaca SS, pero su reasignación del control del Ejército al de las Waffen-SS fue sólo administrativa y sobre el papel, conservando la unidad sus viejos títulos y uniformes. El cuerpo - la formación más grande dentro de las Osttruppen - continuó creciendo. Una brigada sin numeración de plastum o infantería cosaca, de dos regimientos, fue creada alrededor del núcleo del antiguo 5º Regimiento de Cosacos del Don, y, con la adición de varias unidades más pequeñas formó una nueva 3ª División de Cosacos. Un poco antes del fin de la guerra, una unidad de infantería cosaca que había servido en el Muro del Atlántico, el 630º Regimiento de Infantería, fue incorporada también a la 3ª División. Sin embargo, es importante mencionar que otras unidades de cosacos continuaron dispersas por todo el ejército alemán.


Von Pannwitz estimulaba mucho el uso de las prendas tradicionales cosacas entre sus voluntarios: ésa fue una muestra típica de afinidad y comprensión que lo hizo muy popular entre ellos, y como resultado fue elegido Feldataman, el empleo más alto en la jerarquía cosaca, que tradicionalmente estaba reservado en exclusiva para el Zar. En su uniformidad se incluían dos tipos de gorro de piel y lana de oveja: el papaja de tradición zarista, de color negro con la corona en rojo para los cosacos del Don, y en blanco con la corona en amarillo para los cosacos de Siberia; y la más corta kubanka, introducida por los soviéticos en 1936, en negro con la corona en rojo y azul claro respectivamente para los cosacos del Kuban y del Terek. Todos tenían una cruz de trencilla en la corona. También fueron usadas otras prendas de cabeza de origen soviético y alemán. También se usó la burka, la pesada y rígida capa de montar de hombreras cuadradas, confeccionada con pelo negro de cabra o camello, la baschlyk (capucha con dos largas bufandas sujeta al cuello con un cordón), la tcherkesska (abrigo largo, hasta los tobillos, decorado con gaziri (cartuchos falsos) en el pecho) y las shaskas (sables tradicionales cosacos).


La suerte de los cosacos que combatían en las fuerzas alemanes iba a ser sombría. Los restos del XV Cuerpo de Caballería Cosaca se rindieron al Ejército Británico el 9 de mayo de 1945, cerca de Lienz (Austria). Pero los aliados habían acordado el traspaso de ciudadanos soviéticos capturados con uniforme alemán a la URSS, y los miles de prisioneros de guerra británicos liberados por el Ejército Rojo de los campos alemanes eran una importante baza de negociación. Los británicos entregaron a los cosacos a los vengativos soviéticos: la mayoría fue sentenciada a trabajos forzados en los gulags siberianos (donde miles morirían a causa del frío, el hambre y las enfermedades), y sus líderes fueron ejecutados, incluyendo al general Von Pannwitz, que eligió compartir la suerte de sus hombres y fue ejecutado en Moscú el 16 de enero 1947, tras ser condenado a muerte por un tribunal soviético por cometer crímenes de guerra en Yugoslavia.

 Fuentes:
Osprey: Soldados de la II Guerra Mundial: "La Legión Valona y otras unidades alemanas de voluntarios" de Carlos Caballero Jurado
Osprey: Soldados de la II Guerra Mundial: "La Caballería Alemana" de Jeffrey T. Fowler

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Citas Literarias (3)

"El brazo de Kubis describe un arco y la bomba vuela. Pero decididamente, nadie hace nunca con toda precisión lo que debe hacer. Aunque Kubis apunta antes hacia el asiento, la bomba cae junto a la rueda trasera derecha. Sin embargo, explota.

La bomba explota y revienta instantáneamente las ventanillas del tranvía de enfrente. Unos pedazos golpean a Kubis en la cara y lo proyectan hacia atrás. Una nube de humo inunda toda el área. Del tranvía surgen algunos gritos. Sobrevuela una guerrera de SS que estaba en el asiento de atrás. Durante unos segundos, los testigos medio ahogados sólo verán eso: esa chaqueta de uniforme flotando por los aires sobre una nube de polvo. Yo, en todo caso, es lo único que veo. La guerrera, como una hoja muerta, describe en el aire amplios rodeos mientras el eco de la deflagración se va tranquilamente resonando hasta Berlín y Londres. Sólo están en movimiento el sonido que se propaga y la chaqueta que revolotea. No hay ninguna otra señal de vida en la curva de Holesovice. Ahora estoy hablando de ese segundo. El segundo siguiente ya será otra cosa. Pero ahí, aquí, en esta clara mañana del miércoles 27 de mayo, el tiempo suspende su discurso por segunda vez en dos minutos, aunque de manera un poco diferente. 

El Mercedes cae de nuevo sobre el asfalto con pesantez. En Berlín, Hitler no puede imaginar ni por un instante que Heydrich no honrará su cita de esta noche. En Londres, Benes quiere creer todavía en el éxito de Antropoide."

Laurent Binet - "HHhH" (págs. 309-314)

martes, 25 de septiembre de 2012

Los Últimos Japoneses de Iwo Jima

Seguro que todos habéis escuchado o leido historias de soldados japoneses que después de terminada la Segunda Guerra Mundial, se negaron a rendirse - no olvidemos que para ellos era un deshonor y la mayor deshonra que podía existir para un soldado imperial - y permanecieron ocultos durante mucho tiempo (años, o incluso décadas, como el caso de Hiroo Onoda, que se rindió en Filipinas en marzo de ¡¡1974!!), en las espesas e inhóspitas junglas del sureste asiático o en pequeñas islas del Pacífico, quedando aislados y sin comunicación con sus superiores ni con el resto del mundo. 


En Iwo Jima, como en otras muchas otras guarniciones japonesas derrotadas, después de la batalla hubo cientos de supervivientes, que no aceptaron entregarse a los estadounidenses y permanecieron escondidos en la maraña de túneles y cuevas que habían preparado para la defensa de la isla. Iwo Jima (en la fotografía superior) era una pequeña isla volcánica, sin agua, prácticamente sin vegetación, y sin población civil, por lo que la supervivencia allí era todavía más difícil. Antes de que finalizase oficialmente la batalla (la isla fue declarada bajo control el 26 de marzo de 1945), comenzaron a llegar a la isla miles de soldados estadounidenses, personal de la USAAF y trabajadores civiles que ponían a punto las pistas de aterrizaje. Iwo Jima se convirtió en una importante base aérea auxiliar para los bombarderos norteamericanos B-29 Superfortress, a medio camino entre las bases de las Islas Marianas y Japón. Durante los meses de abril y mayo de 1945, cuando Iwo Jima estaba ya oficialmente bajo el control de las fuerzas norteamericanas, centenares de japoneses resultaron muertos o fueron capturados por los soldados del 147º Regimiento de Infantería, que había quedado como guarnición en la isla tras la marcha de los Marines (en la imagen inferior, en acción durante las operaciones de limpieza de la isla llevadas a cabo en el mes de abril).


Algunos soldados japoneses aguantaron aún varias semanas más. Fue el caso de los tenientes Musashino y Taki, que sobrevivieron ocultos en cuevas en la costa oriental de la isla, alimentándose de lo que conseguían robar a las tropas estadounidenses durante las noches. Varias veces Musashino estuvo a punto de suicidarse con una granada, pero Taki siempre le disuadía de hacerlo. Una noche, el 8 o el 9 de junio de 1945, ambos fueron sorprendidos por el fuego de una ametralladora desde un puesto de vigilancia estadounidense. Taki cayó muerto con un balazo en la cabeza. Perdida toda esperanza, Musashino decidió ocultarse en un hueco entre las rocas y quedarse allí hasta a morir de hambre. El 16 de junio, delirando y al borde de la inanición, fue encontrado por una patrulla estadounidense. En contra de lo que esperaba, fue bien tratado por sus captores, quienes le llevaron a un hospital y le alimentaron hasta que acabó totalmente recuperado, permaneciendo en un campo de prisioneros hasta el final de la guerra.


En 1949 la USAAF mantenía todavía activa la base aérea de Iwo Jima, aunque, lógicamente, tenía mucho menos movimiento que durante la guerra. Los bombarderos B-29 y los cazas P-51 Mustang habían desaparecido y únicamente se mantenían varios equipos de ayuda a la navegación aérea controlados por personal de las fuerzas aéreas y una guarnición de la Guardia Costera de los EE.UU. En el extremo norte de la isla, a unos 6 kms. de la base principal, había una estación de radio. Todas las mañanas alguno de los hombres destinados en la estación tenía que acudir a la base para cumplir con el trámite burocrático de solicitar al encargado de vehículos que les renovase el permiso para disponer de un jeep.


El 6 de enero de 1949, el encargado de renovar ese permiso, era el cabo Ellis, que bajó a la base acompañado por el cabo Pete, un operador de radio. Cuando iban con su jeep por la carretera que recorría todo el perímetro de la isla, los dos soldados vieron a dos hombres caminando y pararon junto a ellos para ofrecerse a llevarles hasta la base. Eran dos hombres de rasgos orientales vestidos con uniformes del ejército y chalecos militares varias tallas más grandes de lo que les hubiese correspondido. Los norteamericanos no se sorprendieron demasiado, ya que días atrás había llegado a la isla un barco chino para recoger chatarra (vehículos abandonados y otros restos de la batalla, que todavía se podían encontrar por toda la isla, como la que se observa en la fotografía de aquí arriba), y supusieron que eran miembros de la tripulación de ese barco que estaban dando una vuelta por la isla. Los orientales aceptaron subir al jeep y fueron con Ellis y Pete hasta la base. Aparte de que no parecían entender el inglés tampoco se mostraron muy comunicativos. Cuando los soldados estadounidenses llegaron a su destino se dirigieron a las oficinas de la base dejando a sus dos acompañantes en el jeep. Al salir los dos hombres habían desaparecido. Los norteamericanos regresaron a la estación de radio, sin darle mayor importancia a su extraño encuentro.


Al mediodía, para la comida, Ellis y Pete volvieron a bajar a la base principal acompañados por su superior, el sargento Donald Cook. Allí nadie hablaba de otra cosa: el sargento de suministros había capturado a dos japoneses que había encontrado justo en mitad de la base, junto al asta de la bandera. Los hombres capturados fueron interrogados y contaron su historia: eran dos soldados de la Marina Imperial, dos jóvenes japoneses de origen campesino llamados Matsudo Linsoki y Yamakage Kufuku (en la imagen superior, por ese orden). Habían permanecido 4 años escondidos en cuevas durante el día y saliendo únicamente por las noches para buscar agua y alimentos. Según dijeron habían decidido rendirse cuando escuchando una radio que habían robado a los estadounidenses oyeron villancicos en una emisora de Tokio, lo que les hizo suponer que Japón había perdido la guerra. Habían tratado de entregarse a Ellis y Pete cuando les vieron acercarse en el jeep, pero se encontraron con que en lugar de detenerles los dos soldados les habían dejado abandonados en medio de la base norteamericana. 

Más tarde los japoneses acompañaron a sus interrogadores a mostrarles el escondite donde se habían estado ocultando, una cueva cercana al punto de la carretera donde les habían encontrado Ellis y Pete, con alambre de púas en la entrada para evitar que algún soldado estadounidense se asomase por allí para curiosear. Allí se resolvieron algunos pequeños misterios, como el paradero de las latas de jamón que habían desaparecido en Navidad, o el de otros objetos que de vez en cuando alguien había echado en falta en la base.


Fuentes:
http://nonsei2gm.blogspot.com.es/2011/04/los-ultimos-de-iwo-jima.html
http://www.wanpela.com/holdouts/profiles/linsoki.html

viernes, 21 de septiembre de 2012

Uniformes de la 2ª Guerra Mundial (1)

¡¡Saludos!! "Blitzkrieg!!" y un servidor se complacen en presentar una nueva sección del blog que, como su propio nombre indica, estará dedicada a los uniformes de los soldados y oficiales de los diferentes ejércitos que participaron en la Segunda Guerra Mundial. En este post inagural os dejo por aquí unas láminas de uniformes del Ejército Rojo. Que Vds. las disfruten: 

 
 
 
 
 

Fuente:
Osprey: Soldados de la II Guerra Mundial: "El Ejército Rojo en la Gran Guerra Patriótica 1941-1945" de Steven J. Zaloga

jueves, 20 de septiembre de 2012

Testimonios de la 2ª Guerra Mundial (24)


"Cuando vino de visita, los londinenses de esta zona no habrían dado un penique por Winston Churchill, ni como hombre ni como político. Pero el hombre que ocupó la plaza de Chamberlain, ése era un líder, de eso no hay duda; era un líder y creo que cada vez que abría la boca, inspiraba confianza a la gente. Si lo aceptaban o no como conservador, allá ellos, pero él estaba con ellos y estaba en contra del enemigo común. Sólo tenía que abrir la boca y decir que lo negro era blanco y le habrían creído, tal era su fe en él y de tal manera les inspiraba confianza. Sólo había que escuchar sus discursos radiados, sobre combatirlos en los campos y en las playas, y ya veías a la gente subiéndose las mangas."

Parroquiano anónimo de un pub de Canning Town, East End, Londres


Fuente: "Un Mundo en Guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial" de Richard Holmes

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Primer Disparo de la II Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939 cuando la Alemania nazi atacó Polonia, pero ¿cuando, dónde y quién realizó el primer disparo que dio origen al conflicto? Existen, al parecer, varias versiones al respecto.

--- La primera de ellas, afirma que el ataque se inició desde una de las ventanas (concretamente la que se ve en la imagen superior) del faro del Puerto Nuevo de la ciudad polaca de Danzig - la actual Gdansk (sí, en efecto, se trata de la ciudad que fue sede de la Eurocopa 2012 y en la que la selección española de fútbol jugó sus primeros encuentros) - a orillas del Mar Báltico, donde los alemanes habían emplazado una ametralladora.


Situado en la orilla izquierda de la desembocadura del río Vístula, entonces territorio germano, el faro, que data de 1871, fue el lugar escogido para comenzar las hostilidades contra las fuerzas polacas, que tenían un destacamento en la otra orilla, atrincherado en las fortificaciones construidas en la península de Westerplatte, justo donde ahora se levanta un monumento a la resistencia nacional. A las 4:43 horas del 1 de septiembre de 1939, la citada ametralladora abrió fuego contra las posiciones polacas, y fue seguido, minutos más tarde, por las descargas de los cañones del acorazado alemán SMS Schleswig-Holstein. Los soldados polacos respondieron con el único cañón de campaña con el que contaban, de 75 mm, que causó daños todavía visibles en la torre.


--- Otra versión, parece que la más extendida, atribuye al acorazado Schleswig-Holstein (en la imagen superior) el primer disparo de la contienda. El viejo acorazado fue de los pocos buques de guerra que se le permitió conservar a Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, pero a cambio tuvo que modificar sus funciones y tras ser reformado se convirtió en un buque-escuela de cadetes marinos. En agosto de 1939 el Schleswig-Holstein había entrado de nuevo en servicio para que sirviera como fuego de cobertura ante una “hipotética” invasión alemana de Polonia. El 1 de septiembre de 1939 el acorazado había tomado posiciones en el puerto de Danzig, encontrándose anclado frente al fortín de Westerplatte, tras haber participado en una visita ceremonial para honrar el aniversario del hundimiento del crucero alemán SMS Magdeburg en el Golfo de Finlandia el 26 de agosto de 1914. 


A las 4:47 horas (o 4:45 según otras fuentes) del 1 de septiembre de 1939 el capitán del Schleswig-Holstein, Gustav Kleikamp, ordenó a sus artilleros abrir fuego por sorpresa y las dos torretas con cuatro cañones de 280 mm. del acorazado dispararon sobre las fortificaciones polacas.  El pequeño fortín polaco estaba formado por varios bunkers y casamatas guardadas por 182 soldados y 27 trabajadores civiles. Estaba preparado para resistir hasta 12 horas de asedio continuado, en espera de posibles refuerzos. Los soldados atrincherados en el Westerplatte resistieron durante una semana los ataques por tierra, mar y aire del ejército alemán. A las 10:15 del 7 de septiembre, sin apenas munición, sin provisiones y sin atención médica, el comandante de las fuerzas polacas, el mayor Henryk Sucharski, rindió el fuerte al ejército alemán. De los 209 hombres que poblaban el Westerplatte unos 20 perdieron la vida.


--- Otros, en cambio, afirman que a las 4:45 horas (o 4:34 según algunas fuentes) de la madrugada del 1 de septiembre de 1939 tres bombarderos en picado Junkers Ju 87 "Stuka", lanzaron sus bombas sobre posiciones polacas, iniciando así las hostilidades. Liderados por el teniente Bruno Dilley, habían despegado de su base a las 4:26 horas y sobrevolaron el área del río Vístula en dirección a su objetivo: los puentes de Dirschau (la actual ciudad polaca de Tczew). Sin embargo, su misión no consistía en destruir dichos puentes sobre el Vístula. El emplazamiento de los puentes era el punto más vulnerable a lo largo de los 100 km. de vía férrea que cruza el pasillo polaco uniendo el Reich propiamente dicho y Prusia Oriental, su aislada provincia al Este. Hacía tiempo ya que los polacos habían preparado su demolición en caso de guerra, y el objetivo de Dilley y sus hombres era el cable tendido siguiendo el terraplén desde la cercana estación de Dirschau hasta los propios puentes. Su misión consistía en cortar dicho cable, evitando así, la voladura de los puentes, antes de la llegada de un tren blindado que transportaba las primeras tropas alemanas de infantería.


Volando a tan sólo 10 metros del suelo, sobre la llanura cubierta de niebla del Vístula, los "Stukas" hicieron blancos directos sobre el cable y sobre las casetas que protegían los puntos de detonación, lo que se convertiría en la primera incursión aérea de la II GM . Pero su esfuerzo fue en vano. El tren blindado estuvo retenido el tiempo suficiente para que los polacos, empalmasen el cable de nuevo y demolieran los puentes a las 06:30 horas, justo antes de que las tropas alemanas llegasen hasta él.

En fin, esto es lo que he encontrado sobre el tema investigando por la red. Que cada uno elija la que más le guste (o por supuesto, ponga sobre la mesa, otra versión del asunto).

martes, 18 de septiembre de 2012

Noticias sobre la 2ª Guerra Mundial (37)

Sangre, sudor y lágrimas me está costando retomar el blog - mejor dicho, la rutina y mi actividad habitual tras las vacaciones veraniegas -; que apatía, que desidia, que vagancia y que todo, copón. En fin, confío en que, poco a poco, la cosa vaya volviendo a sus cauces habituales. De momento, aquí os reproduzco (levemente "tuneadas" por el que suscribe) unas cuantas noticias relacionadas con la WW II (la primera de ellas, cortesía de mis fieles Mr. Lombreeze y Fiona). Allá van:

--- Durante la investigación de su nuevo libro, una historia global de la WW II que se publicará en breve en nuestro país (¡¡¡¡toma, toma y toma!!!! que me reserven un ejemplar, ya mismo), el prestigioso (genial e imprescindible, añadiría yo) historiador Antony Beevor descubrió que los Ejércitos Estadounidense y Australiano prefirieron no divulgar una atrocidad japonesa hacia al final del conflicto: el canibalismo y el uso de prisioneros de guerra como “ganado humano”, que eran mantenidos con vida solo para ser asesinados de uno en uno con el objetivo de ser devorados. Esta salvajada formó parte, según los datos recogidos por el escritor británico, de “una estrategia militar sistemática y organizada”. “Las autoridades aliadas, comprensiblemente, por temor al horror que esto podría causar en las familias de aquellos que murieron en campos de prisioneros, decidieron ocultar los hechos totalmente”, explica Beevor, “por ese motivo, el canibalismo no formó parte de los delitos juzgados en el Tribunal de Crímenes de Guerra de Tokio de 1946”.
 

Como sucedió con sus libros anteriores, la búsqueda de nuevas fuentes y documentos ha producido sus frutos. Hasta ahora, este historiador británico, que encontró un filón en los archivos soviéticos que comenzaron a abrirse tras la perestroika, había hecho minuciosas descripciones de las batallas de Stalingrado, Berlín, Creta y el Desembarco de Normandía (imprescindibles y recomendadísimos por un servidor todos ellos). En "La Segunda Guerra Mundial", un volumen de más de 1.200 páginas, traza un relato global del conflicto, que no empieza con la invasión de Polonia, sino un mes antes y en el otro lado del mundo, en agosto de 1939, en la batalla de Khalkin-Gol, con la que el Ejército Rojo dirigido por Zukhov derrotó a los japoneses en Manchuria, demostrando que era uno de los grandes generales soviéticos. Dicha derrota, supuso una gran lección para Tokio, que abandonó su intención de abrir un segundo frente en Siberia, lo que hubiera obligadado a Stalin a proteger su retaguardia en Extremo Oriente, de modo que, con total seguridad el conflicto (y quizás su desenlace) hubiese sido muy diferente a como lo conocemos hoy.


La Segunda Guerra Mundial es una fuente infinita de historias y horrores y Beevor rescata muchas en este volumen, desde cómo los nacionalistas chinos sobornaron a las tríadas de Hong Kong para evitar matanzas de extranjeros hasta la guerra bacteriológica en Italia llevada a cabo por los nazis en Italia (tras el desembarco aliado, inundaron grandes extensiones de terreno en Pontino, introdujeron el mosquito anofeles y confiscaron la quinina, con el resultado de que unas 55.000 personas contrajeron la malaria al año siguiente). En su historia sobre el final de la guerra en Asia, "Némesis. La derrota de Japón 1944-1945", Max Hastings explica que los relatos de las atrocidades que sufrieron muchos prisioneros a manos de los japoneses fueron censurados para evitar que se produjese una espiral de venganzas. De los 132.134 prisioneros de Japón, murieron 35.756, un 27%. Tanto Hastings como Beevor describen todo tipo de crueldades contra prisioneros de guerra aliados, desde vivisecciones sin anestesia hasta palizas mortales o ejecuciones a bayonetazos, además de trabajos forzados. Sin embargo, el canibalismo organizado va más allá de lo imaginable. “No fueron casos aislados: existió un patrón similar en todas las guarniciones de China y el Pacífico que se quedaron sin suministros por la Marina estadounidense”, explica Beevor.


No existen datos sobre el número de prisioneros que pudieron sufrir esa suerte, aunque sí que la mayoría de los casos ocurrieron al final del conflicto, en Nueva Guinea y Borneo. Las víctimas fueron locales y soldados papuenses, australianos, estadounidenses y prisioneros indios, que se negaron a combatir con los japoneses. “Los informes lo dejan muy claro: ‘No fueron incidentes aislados perpetrados por individuos o pequeños grupos en condiciones extremas”, explica Beevor. La revelación del canibalismo en el Pacífico se suma al redescubrimiento de las violaciones masivas cometidas por del Ejército soviético en su avance por Alemania, que describió el escritor británico en "Berlín. La caída, 1945". Existían muchos testimonios - como por ejemplo, el libro, anónimo, "Una mujer en Berlín", publicado en 1954 -, pero esas atrocidades no entraron a formar parte del acervo de conocimiento popular sobre el conflicto hasta que el ensayo de Beevor se convirtió en un éxito de ventas. Un profesor de la Universidad de Melbourne, Toshiyuki Tanaka, había descubierto en los años 90 documentos que describían casos de canibalismo, pero, según su versión, se trataba de una orgía de muerte de tropas fuera de control, algo similar a lo que ocurrió en circunstancias extremas en el sitio de Leningrado. Los documentos que ha encontrado Beevor describen algo muy diferente, una nueva vuelta de tuerca en el horror infinito de la Segunda Guerra Mundial.

--- Según documentos revelados por el Archivo Nacional estadounidense, el gobierno norteamericano tuvo conocimiento de que el régimen soviético había ejecutado a más de 22.000 polacos en la llamada masacre de Katyn en 1940, pero decidió encubrir el incidente para no enemistarse con Moscú, aliado en su lucha contra la Alemania nazi.


Alemania y la URSS invadieron Polonia en septiembre de 1939, en el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, y se repartieron el país en virtud del pacto Ribbentrop-Mólotov. Los invasores capturaron a cuanto oficial y soldado polaco encontraron, y la URSS confinó a unos 200.000 de ellos. "Mientras que los alemanes iniciaban la matanza de judíos y polacos en la región occidental de Polonia ocupada, el Ejército Rojo arrestó y encarceló a miles de oficiales, militares, policías e intelectuales en el este de Polonia", indicó el Archivo Nacional. Los polacos capturados por los soviéticos fueron recluidos en varios campos situados en el oeste de la URSS y operados por la policía política soviética, la temible NKVD. Unos 15.000 polacos, que componían casi la mitad del cuerpo de oficiales de las Fuerzas Armadas del país vencido, jamás aparecieron vivos.  


Alemania, a su vez, atacó a la URSS en junio de 1941, y en abril de 1943 las tropas alemanas encontraron en el bosque de Katyn, cerca de Smolensk, 8 grandes fosas comunes con los restos de miles de polacos que habían estado internados en el campo de Kozielsk. Los alemanes encontraron  también cerca de Piatyjatki y Mdenove los restos de prisioneros polacos que habían estado confinados en los campos de Ostashkov y Starobielsk. Ésas se conocen como las masacres del bosque de Katyn, y los documentos divulgados por el Archivo Nacional de EEUU contienen, entre otros materiales, fotografías tomadas desde aviones en la región de Katyn.


El régimen de Stalin - y sus sucesores - en un primer momento negaron la responsabilidad soviética en la masacre, culpando en cambio a los nazis. Finalmente, la URSS reconoció su responsabilidad en la matanza en 1990. Los documentos divulgados ahora sustentan la posición de los historiadores, según la cual el gobierno de Franklin D. Roosevelt supo de la masacre, pero ayudó a encubrirla. Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial en diciembre de 1941, cinco meses después de la invasión alemana de la URSS, y dos años más tarde Washington no tenía intenciones de enemistarse con quien era su aliado en la contienda con Alemania y sus aliados.

--- Durante la madrugada del pasado 5 de septiembre artificieros de la policía alemana desactivaron en la ciudad de Hamburgo, en el norte del país, dos grandes bombas de la Segunda Guerra Mundial, que habían sido halladas en el céntrico barrio portuario de Sankt Pauli durante la realización de trabajos de construcción. La desactivación tuvo lugar una semana después de la detonación controlada de otra bomba de 250 kgs. en Múnich, que al explotar causó daños de consideración en numerosos edificios colindantes.


Un portavoz policial informó que se trataba de sendas bombas de 250 y 500 kgs. de peso y de fabricación estadounidense, localizadas muy cerca la una de la otra y que suponían un grave peligro para la población. Antes de la desactivación de los dos artefactos se montó un perímetro de seguridad de 500 metros de radio y se evacuaron a unas 5.000 personas, consiguiendo los artificieros desactivarlas sobre las 02.00 horas locales. Según el portavoz policial, se trató de una operación rutinaria, ya que es habitual que salgan a la luz ese tipo de artefactos bélicos, pues calculan "que en la región urbana de Hamburgo se encuentran aun unas 3.000 bombas sin localizar" de esa época. 

--- El pasado jueves, el periodista peruano Hugo Coya presentó en el Museo del Holocausto de Buenos Aires su libro "Estación final", en el que investiga sobre las víctimas peruanas del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial y que ha provocado gran espectativa en Argentina.


"Estación final" fue publicado en Perú en 2010, año en el que se convirtió en el libro de no ficción más vendido en el país andino, pero no ha llegado a Argentina hasta 2012, una nación con una gran comunidad judía y donde la sensibilidad hacia este tema es mucho más acusada que en Perú, donde este asunto no había sido investigado. "Antes de mi libro no había ninguna investigación acerca de las víctimas peruanas del holocausto, no se sabía. El libro ha permitido revelar sus nombres y apellidos, cómo llegaron a Europa, cómo fueron arrestados y murieron", explicó el autor. En su libro, Coya propone darle "un trazo peruano" a un "hecho terrible" de la historia mundial, como fue el exterminio de millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, y en él también retrata la actuación del Gobierno peruano de la época, que impidió la obtención de visados para huir del conflicto. "Muchas personas tenían familiares, parientes o amigos que solicitaron visas para huir hacia Perú. Sin embargo, el Gobierno peruano ordenó a las sedes diplomáticas que no se concedieran las visas, a pesar de que el país oficialmente era neutral", manifestó el escritor. Entre esos casos estuvieron un grupo de 200 de niños de entre 4 y 10 años de edad, para los cuales la comunidad judía solicitó unas visas que fueron denegadas, y que terminaron muriendo en el campo de exterminio de Auschwitz.  


Coya recuperó todas estas historias "desconocidas o no debidamente investigadas" a través de una búsqueda documental por varios países, pero también haciendo uso de las redes sociales, para ubicar a los descendientes de estas víctimas. Durante la presentación en el Museo del Holocausto de Buenos Aires se proyectará el documental "Madeleine Truel: La heroína peruana de la Segunda Guerra Mundial", que relata la historia una peruana de ascendencia francesa que salvó a cientos de judíos, estrenado en 2012 y dirigido por el peruano Luis Enrique Cam. 


--- Brad Pitt quiere adaptar el libro de Edwin Black, "IBM and the Holocaust" que cuenta la historia real de cómo el presidente ejecutivo de IBM en 1933 firmó una alianza estratégica con el gobierno alemán, que se tradujo en un método de clasificación de tarjetas perforadas a través de los datos extraídos del censo en Alemania, que más tarde el régimen utilizaría para identificar a millones de judíos. Los derechos del libro, publicado en 2001, son de Pitt y su productora, Plan B. Su proyecto inicial era hacer un film para la cadena de televisión HBO con guión de Marcus Hinchey, pero no se llegó a cerrar el trato. Ahora el actor vuelve a moverle por estudios ofreciéndose él mismo como actor.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Citas Célebres de la 2ª Guerra Mundial (50)


"Algún imbécil dijo un día que se debían proteger los flancos, y desde ese día los hijos de perra de todo el mundo se han preocupado por los flancos. No queremos nada de eso en el III Ejército: los flancos son algo para que se preocupe el enemigo, no nosotros." 

General George S. Patton - Antes de emprender la ofensiva por tierras francesas al frente del 3er Ejército Norteamericano, en el marco de la Operación Cobra (julio-agosto 1944).

lunes, 10 de septiembre de 2012

Caesaraugusta Landing


Fieles soldados, vuestro Comandante Furi os envía saludos. El desembarco de nuestras fuerzas de invasión en las orillas de la ciudad del Ebro se produjo hace un tiempo, concretamente en la noche del 2 de septiembre, pero nos está costando un trabajo enorme consolidar las cabezas de playas y todavía no hemos podido abrirnos paso hacia el interior debido a la feroz resistencia enemiga.

Pero no desesperen, soldados, no nos olvidamos de Vds. Ya saben que el tito Furi nunca abandona a sus hombres, estén vivos, heridos o muertos. Hemos estado cavando trincheras, construyendo búnkers y fortificaciones y haciendo acopio de munición, combustible, víveres y suministros; esperamos en breve poder romper la línea defensiva enemiga y comenzar con la cadencia habitual de publicaciones del blog. La lucha todavía no ha terminado. Sigan atentos a sus emisoras de radio...