"Yo diría que el Monzón no solo afectaba a la gente físicamente, sino también moralmente. Debido a la lluvia constante, si querías encender una cerilla para fumar un cigarrillo, descubrías que la caja de cerillas se había desintegrado, así como todos los cigarrillos. Estos y otros detalles eran desintegradores morales para un ser humano, y lo mismo en el aspecto físico de la cuestión, como chapotear en el barro, vivir en el barro, acostarse en el barro y dormir en el barro, beber en el barro y comer en el barro. Eso era el Monzón en Birmania tal y como yo lo recuerdo: una pesadilla".
Soldado del 14º Ejército Anglo-Indio en Birmania
Fuente: "Un Mundo en Guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial" de Richard Holmes
2 comentarios:
Oleeee, cómo me alegro de que hayas vuelto!!!
La lluvia, como el agua, es para las ranas.
1besico!
Gracias guapa!! Al viejo Furi todavía le queda cuerda para un rato...
Y si la lluvia aunque necesaria, es un engorro
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